sábado, 8 de septiembre de 2012

Sueños Encontrados


Suciedad, bullicio, ruido por doquier; no hay un solo lugar donde sentir cómodo, escuchar tus propios pensamientos- Allí la encontré, en medio de la oscuridad; asustada y tratando de llorar porque no sabia que pasaría, que vendría, una belleza se ojos canela, piel tersa como una porcelana y tierna como una manzana, cabello recogido con signos de rebeldía y una historia que seria digna de escuchar un día. 

Ella tan pequeña y aterrorizada pensando que no tendría nada que hacer y no sabría como llegar, cuando me vio pareció que viera por fin una cara confiable, (no sabia con quien se metía). Cuando se dispuso a preguntarme el camino que le llevaría a su destino las coincidencias se hicieron mayores, (íbamos para el mismo lugar) una charla amena combinada con un poco de flirteo, todo se fue dando. 


Visitábamos los mismos lugares, los mismos círculos, NUNCA nos habíamos visto, era curioso pero excitante; y me encantaba esa cercanía y ese sentimiento de familiaridad, para mi era ingenua o quizás era yo la ingenua. 

El camino se hizo largo y la charla mas profunda el tiempo se resumía en unos cuantos segundo y esa belleza la confundía entre sonrisas. 

Al llegar al aeropuerto la cogí de la mano, la bese y luego me despedí tenía que seguir el camino a mi vuelo y hoy ya hace un año que la tengo a mi lado. Viajábamos a la misma ciudad: Columbia, a trabajar en el mismo laboratorio, de la misma Universidad. Curioso ¿no?

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