Sexy y sonriente así la veía desde el otro lado de la calle cada vez que pasaba. Era alta, cabello largo rojizo, ojos marrón penetrante, brillante, su cuerpo para poseer un poco más de curvas era perfecta. Era hermosa y unos labios rojos pasión, tez blanca, podía describirla como una de las tantas mujeres que habitaban mis sueños. En su sonrisa escondía picardía de una mujer digna de temer y amar; todo eso aliado a una mente bastante abierta, testaruda, y dispuesta a amar a quien quisiera, a quien la aceptará, aun su hermosura que mostraba, su aspecto era totalmente contradictorio al de una muñeca normal digna de tal belleza, no era otro maniquí pintado era más bien, algo parecido a una revolución ambulante y preciosa. Así me interesaba y conmocionaba un poco más. Todos los días buscaba una excusa para encontrarla, una razón solo para mirarla. Se encontraba siempre acompañada de si misma, con una cámara, música o una lata de spray dispuesta a hacer arte. Siempre un gorro, botas, ropa desgastada, jeans cortados, o una falda que contrastaba con cómo se encontraba vestida. Camisetas de bandas ruidosas, de éxitos del rock y justamente la música que más me encantaba. Algo de metal quizás.
Era enigmática pero quien más que yo para entender ese enigma, de lejos la observaba cual "Stalker" necesitaba algo que me hiciera contactarla de una forma más cercana no sabía su nombre pero quería saberlo, en mi mente la llamaba: Ella, como la conciencia de una mujer preciosa que admiraba de lejos.
En medio del verano, ya lejos o cerca de allí me la pasaba más cerca del parque lugar donde siempre se encontraba. Su voz era dulce y fuerte. Mostraba signos de timidez, signos de ser una revolución muda y dramática. Comenzó de pronto la lluvia, y ambas amabamos eso. Desde pequeña siempre me encanto salir a recibir la lluvia y tocar el agua entre mis manos, mientras todos corrían me senté en una banca coincidencial o casualmente era la misma donde se encontraba ella, protegidas por un techo, decidí dejar mi miedo y por fin hable: -Hola, mi nombre es Gabriella, ¿por qué no huyes de la lluvia como todos?- contesto: -hola, mi nombre es Ella (Ese fue un momento donde mi mente y corazón quisieron explotar, había acertado a su nombre) no huyo de la lluvia porque me encanta, me encanta tocar el agua con mis manos, y ¿tu, igual?- en ese momento no sabía que era lo que pasaba con mi cerebro pero no conectaba con mi lengua.
No sabía que alguien como ella podía siquiera podíamos tener algo en común. Solo le conteste: -pienso lo mismo que tu acerca de la lluvia, no entiendo todos porque huyen- dijo claramente: -son solo personas sin sentido, tal vez como tu y yo-. Al terminar de mencionar la frase sonrió y al sonreír cuando me di cuenta la lluvia cesaba. Se paró, se despidió con un gusto en conocerte. Y partió en dirección este.
Del embeleso seguía allí en una especie de shock, cuando reaccione ya se había ido, pero al otro día indiscutible mente estaría allí esperándola para sacar más información quizás una sonrisa, un café o quizás los dos.
Muy a las 5 de la tarde salí en dirección al parque de nuevo allí con un cuaderno en el cual solo veía que anotaba todo lo que veía. Me acerqué saludando tontamente con mi mano, cuando me reconoció solo alzó un tanto la mano. Y dio una sonrisa de bienvenida. Cuando por fin llegué a su lado. Después de un saludo formal y de una risita dijo:
-De nuevo tú, No esperaba tenerte hoy por acá o quizás si, ya no lo sé, pero me alegra que estés aquí. Siéntate, me tapas la naturaleza-
Conteste, sentándome rápidamente y riendo:
-¿cómo dices?, pensaba venir acá a disfrutar del verano, si tu no quieres que este aquí solo dime,-ambas reímos estruendosamente- y cuando termine observando detenidamente su cuaderno lo arrebate solo diciendo:-quiero ver que haces déjame ver-.
Solo contesto:
-eres muy dramática, me agradas, me recuerdas a una antigua yo-
Cuando vi el cuaderno era un paisaje perfectamente pintado como el que una vez cuando niña había dibujado inmediatamente me desperté. En ese momento solo me asuste y le pregunte cómo había logrado hacer algo así. Me contesto que solo fue parte de su imaginación; un destello. Esto se volvía cada vez más escalofriante mente interesante, Cada vez me atraía más esa mujer. Ella era aquella alma gemela que mi espíritu infelizmente solitario necesitaba. Vio mi manera de ver perpleja el dibujo y solo me preguntó por qué estaba tan impresionada, conteste que eso había sido uno de mis tantos sueños. -hahahaha- esa fue su respuesta además de una pícara mirada. La invite a tomar café, se paró cerró el cuaderno. Tomo de mi brazo. Y dijo solamente:-ok. Te sigo-.
Llegando al café después de largas horas de estar allí discutiendo me daba cuenta que era una versión oscura de mi propio ser. Era el arte de mi ser interior. De café seguimos con unos tragos, uno que otro cóctel para olvidarnos de penas del pasado o quizás para recordarlo un poco más.
Recuerdo muy bien como entre tragos, logramos hablar muy bien, y ya poco contenida, logré besarla se sintió tan bien. Fue como besar a alguien casi igual a mi, ella respondió con fuerza, de allí al momento en que llegamos a su casa, fue un tanto confuso, solo recuerdo el beso y ya la próxima escena en su casa sola.
Ya allí ella rompiendo mis ropas y aprovechándose de mi cuerpo. Y yo del de ella, era placentero y todo lo que había deseado pero quería más, besando hasta el último rincón de su cuerpo. Y explorando cada uno de sus puntos de placer. Y ella haciendo lo mismo. Haciéndonos una sola, fuera de estereotipo, fuera de convicciones, solo haciendo que el dulce arte de la pasión, nos dejara llevar.
Cuando amaneció yo con una suave resaca. Me encontraba en mi cama arropada y desnuda. Allí fue cuando encontré una nota. Que decía, soy tu misma, soy el arte que brota cuando escribes, cada vez que dibujas, que te expresas que cantas o bailas. El motivo y la convicción de tu corazón que te mueve cuando es necesario soy tu musa. Por eso sabías mi nombre antes de conocerme totalmente. Y ahora que lo sabes soy parte de ti, la noche de ayer fue genial. Y jugar con tu memoria temporal fue fascinante. Realmente lo disfrute espero volver en otra forma. Atentamente: tu musa, el arte de tu interior. Posdata, no tengas miedo de expresar tu grandeza, ten miedo el día que la calles de nuevo.
Al leer eso quede impresionada, había tenido una cita con el arte de mi interior, con la figura de mi arte y la había disfruta me había seducido; Tome un lienzo y comencé a pintar al azar; colores, trazos, parecía una escena, solo me dejé llevar deje que Ella hiciera su trabajo. Y de pronto apareció en el lienzo la figura de una hermosa mujer cabello negro, ojos negros brillantes, Una sonrisa hermosa y peculiar; Era yo y estaba firmado por ella. Allí fue cuando comprendí que éramos una sola, y que ella se había apartado de mí solo porque yo decidí hacerlo, no sé si sea Gabriella o Ella la que escriban esta historia. Solo sé que Gabriella, o ella somos arte y del más puro.
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