martes, 15 de enero de 2013

En las Sombras.



Estaba ella allí, distraída por el bullicio de la mañana mirando la pantalla de desbloqueo, en busca de quizá un nuevo mensaje, una nueva esperanza de que alguien la acompañará durante su viaje matutino, o quizá o unas buenas noches del día anterior de aquel chico que tanto le fascinaba, o un buenos días de su mejor amiga que siempre para ella estaba. Lo que ella no sabía era que estaba siendo observada, observada por millones de ojos que a veces la veían pasar y la dejaban ir pero solo un par de ellos se había fijado en ella cada mañana mientras la bestia azul se aproximaba, con pasos lentos y miradas detalladas la seguía cada madrugada, cuando el cielo de un azul celeste cambiaba y el sol de las muy 7 de la mañana empezaba allí era donde él la encontraba, cada vez en su mirada. 

Su radar era tan fino, que no se le escapaba ni un movimiento muy delicado en falso que cambiará la rutina de aquella señorita que con fascinación seguía, miraba su largo cabello negro todas las mañanas, detallaba sus blusas siempre de talles en los costados, pues al parecer para su tamaño y proporción no existía ropa adecuada, sus ojos verdes brillantes perdidos en el teléfono, el panorama o quizá la lista de canciones a elegir, sus boca cerrada que debes en cuando esbozaba una sonrisa cuando el celular vibraba o al cerrar los ojos cuando algo por su mente atravesaba. 


Así fueron días, semanas enteras, y ella ni cuenta se daba de su acechador fantasma, de su fiel compañero a la distancia. Durante este tiempo su embeleso y su admiración hacia aquella mujer “perfecta” era aumentada, y su deseo más se formaba, crearon un híbrido entre temor y cobardía, que dejaron a expensas la valentía dejando como sentimiento único el miedo y la dulzura de un hombre que estaba queriendo conocer a una mujer con locura, dos palabras: -hola- no pudo decir más y ella sonrojada, extrañada y algo sorprendida solo devolvió un hola. 



A la mañana siguiente, pensando que las cosas mejorarían se acercó a ella y con una sonrisa lo recibió, fue casi glorioso para él que su cerebro se devanó y exploto en mil pedazos mientras su pulso se aceleró, y con los oídos calientes, no podía disimular su emoción, devolvió la sonrisa y al lado de ella se sentó, ese momento juntos hablando de tanto y de nada, fue lo que casi los unió, lo que los llevo a la perdición. 

Después de la sonrisa comenzaron algunos saludos y algunas conversaciones cruzadas, ambos siempre tenían el mismo destino pero no sabían que más pasaba en ese lugar tan grande, un día después de tantos saludos repentinos, miradas cordiales y sonrisas enceguecedoras pudieron completar por fin una conversación, el cielo azul celeste y el panorama despejado dieron pie esta larga pieza de la balada. 



-Buenos días, ¿Cómo te encuentras hoy?-Dijo él emocionado.

-Buenos días, muy bien y ¿tu?, el tráfico está muy libre el día de hoy, creo que llegaremos más temprano- dijo ella sonriendo y mirándolo suspicazmente con sus penetrantes y brillantes ojos verdes.

Sintiéndose intimidado por esa hermosa mirada solo contesto: -yo estoy muy bien, gracias por preguntar y si, quizá hoy lleguemos más temprano, lo que sería una pena, más pronto la perdería de vista-

Ella sonrió sorprendida y abriendo los ojos como dos bolas, solo tuvo el valor de contestar: -¿por qué?-

-Nunca sé a dónde se dirige después de aquí, tengo que seguir mi camino y nuestros destinos pocas veces se encuentran en el gran campus, por ello disfruto cada momento aquí viéndola de lejos o de cerca como puedo verla ahora- Dijo él mirándola a los ojos.

-No hace falta, quizá lo he visto una o dos veces, pero si quiere no me pierda de vista otra vez, permanezco en muchos de los pasillos, en el lugar donde solo ves cuando deseas mirar, usted pasa por allí pero quizá nunca me ve, pero yo a usted si-





Esto lo sorprendió como una bomba de tiempo a punto de explotar, su corazón se aceleró y sus cara más caliente que nunca solo lo delató ¿Cómo era posible que ella lo hubiera visto y seguido más él, si tenía un total sistema diseñado para seguirla? ¿Acaso eran detalles que siempre pasaba por alto? Y ¿por qué si siempre estaba allí nunca la veía? Quizá ella era solo una creatura extraña que se refugiaba en las sombras una espeluznante persona, pero no, su belleza no dejaba que eso fuera así, o bueno eso era lo que ocultaba.

Con el pasar de las semanas, de solo miradas y saludos, pasaron a conversaciones largas sobre el tiempo, la sociedad y la literatura, y así hasta que llego el día donde él con sus constantes interrogantes sobre ella, y lo que sentía terminó dándose por vencido una mañana, ambos se rindieron y se sedujeron con la mirada, se dejaron encantar por sus labios y en un beso sellaron tantas mañanas en causadas.


“Fue como sentir el cielo y que luego te bajaran, un vacío en el estómago profundo, como si estuvieras en una montaña rusa, la adrenalina aumentando y una caricia, un suave rosé mientras salía el sol apareció, sus labios sabían aun al durazno de su lápiz labial y su perfume de cereza, además del suave olor a manzana de su cabello, todo fue perfecto”.

Esa simple mañana, ese rayo de sol hicieron que todo su día fuera una maravilla, para ambos y deseaban que sucediera de nuevo, que se repitiera, querían más de esa sensación, ella extasiada porque fue el mejor beso de su vida:

“Como una suave brisa de la primavera, lleno de ternura y algo de pasión y una delicada forma de mostrar el control”.

A la mañana siguiente, tomados de la mano y con un beso en la mejilla se saludaron y durante todo el viaje conversaron al llegar al punto donde los pasillos acababan otro de esos besos apareció, tan placentero como el primero para tan duradero y tan ambicioso que esperaba aún más, en la tarde declararon una cita: un café ¿Qué de malo podría tener? Y así hasta que pasaron los días conociéndose y encariñándose tratando de suplir el hechizo de los besos, las caricias perdidas.


Una noche, donde las cosas comenzaron con una pizza y un vino tinto y terminaron en la cama, llenos de ternura y pasión adornando cada rincón y engatusando cada sensación con un beso, una caricia y un retorcijón de placer, era una dulce sinfonía de dos cuerpos que se fusionaban para crear una noche perfecta, en la mañana, ambos siguieron su camino hasta separarse.

Siguió así por un largo tiempo y quizá pudo ser lo mejor, pero el calor de la primera vez ya no era el mismo, y las relaciones perdía su sensualidad, ella seguía siendo hermosa y el seguía siendo igual de tierno pero quizá sus miradas ya no eran las mismas, hasta que un día ella lo encontró coqueteando con alguien más, la pasión se acabó y con los ojos hinchados y el corazón envenenado por la pócima de sus besos fue depositado.

En esa noche, después de la cita logró llevarlo a la cama, tratando de hacer lo mismo de la primera vez: lo encantó, lo sedujo y lo hizo temblar y ya allí, decidió que su amor sería solo para él, practicando algún movimiento oral, una puñalada en su sexo apunto, y con una daga pequeña en el corazón 1, 2, 3, 7, 9., fueron las heridas, y con su labial preparado con veneno impregnó como último deseo en sus labios con pasión.

Una pequeña nota clavada en la cama junto al cuerpo, de él: *Te conocí una mañana, te descubrí en la tarde y te acabaré en la noche por tu traición*

Días después de la muerte de aquel joven, encontraron a una mujer con las mismas características de ella en un callejón de la avenida 5, al parecer encerrada en su mente, repitiendo: soy una sombra, soy sombra. Cuando la llevaron a las autoridades comprobaron que era ella y aunque logró escapar esta vez los expertos dicen que pronto saldrá del trance y que volverá a ser la misma fascinante chica hermosa con su desorden de personalidad oculto y que estará en busca de más como él, nadie sabe dónde se encuentra quizá cambió su aspecto pero pueda ser la próxima mujer de ojos verdes y labios durazno que te encuentres mientras esperas tu bus.


lunes, 31 de diciembre de 2012

Camille, la mejor figura del Karma



Pensé que iba a ser normal como siempre; Sexo eso era, con una chica pero era sexo, normal y corriente con una chica que conocí en un bar una noche como cualquiera, pero no sabía que esto sería un Karma más para cargar, empezaré de una forma más sencilla. 

19 años, cabello negro hasta la cintura con mechones y ojos café, como me decían todos a mí me parecían miel pero eso no importaba, estaba sentada sola en la barra del bar lleno de luces y del aroma del sudor de los que estaban en la pista de baile unos seduciéndose entre ellos y los otros solo por pasar una canción que los habían obligado a bailar, en fin, estaba allí atragantándome con licor hasta que llegará alguno de mis amigos y me llevara a casa, o tal vez encontrara alguien quien me acompañara aquella noche, era la mitad del verano y hacía demasiado calor por eso llevaba un short, y una blusa caída tal recuerdo azul petróleo, pero no siempre había estado allí y no siempre tenía la sensación de estar eternamente ebria. 


Antes de ese verano tenía un “conocido” digámoslo; SI, tenía sexo con él cada vez que lo deseaba, y cada vez que lo llamaba, era como un servicio a domicilio, entras, sales y el placer siempre estaba allí hasta que un día me dijo que deseaba dejar de hacerlo, se había enamorado y no precisamente de mí, allí comenzó todo, y el motivo por el cual comencé a refugiarme en aquel bar, había demasiada gente que conocía y otra que no, unos que llevan unos días y otros que se iban. Aquel chico que me dejó a puertas de este largo verano me había encontrado en la facultad de Artes, era algo parecido a una weirdo, bonita, pero RARA, Como solían decir los amigos de mi hermana. La primera vez que lo vi, estaba sin camisa en medio de un salón esperando que lo pintaran. Si, yo llegaba tarde siempre a las clases de pintura corporal, además sabía que hoy nos visitaría uno de esos modelitos baratos, cuando entre sin culpa tumbe el cuadro que estaba a la derecha de la puerta, y así hice mi entrada “triunfal” en el medio de las risitas y los murmullos me senté: me toco la mesa con el cabestrillo de la mitad, era el único asiento vacío, y quería devanar mi cerebro y desaparecer. 





El chico solo sonreía, me sonreía o quizás así pensé que era, lo dibuje lenta y cuidadosamente, fue como hacer una de las más deliciosas clases de postres, amaba dibujar pero nunca cuerpos, él lo había logrado en esos pocos minutos su sonrisa y mirada azul penetrante me estaban conmoviendo lo suficiente para hacerlo, y sentía como si todo en mi alrededor desapareciera, cuando termino la clase se puso su camisa y paso por cada uno de los cabestrillos, quizás se tardó un segundo más para apreciar mi dibujo, cuando salí lo entregue a la maestra e iba directo a la clase de escultura, pero en medio del camino, me lo tope parecía un fantasma porque ni siquiera lo escuché. 




-¿Gustas un café?- Dijo bastante sonriente. 

-No, muchísimas gracias tengo una clase y tú, ¿No deberías estar en el salón para la siguiente clase?- Conteste 

-Mi trabajo terminó por hoy con la maestra Caroline, ahora mi destino ha cambiado, y estoy tratando de llevar a una bella señorita a tomar un café- Dijo guiñando un ojo. 

-Como te dije tengo una clase, y no puedo fraternizar con los modelos de las clases iría contra mis propios principios. ¿por qué no te buscas una de las maniquie que estaban en la clase?- Dije mirándolo justo a sus penetrantes ojos azules. 

-Ok, no molesto más pero si, toma mi teléfono, solo si un día quieres salir a discutir sobre tus trabajos, me encantaría saber más- Dijo arrebatando mi teléfono del bolsillo y colocando su nombre, dirección y teléfono. 

Mark Stelling 

Columbus Ave, New York. 

5546790. 



Pasaron días enteros, entre trabajos y mirar mi teléfono y mirar su nombre allí colocado y su teléfono, y aunque las ganas me carcomían no lo iba a hacer; no lo llamaría. Pasaron los días, me vi desesperada y lo llame. Salimos a una cita un restaurante en la calle ocho, cerca de donde vivía y luego de ello, entre copas y risa todo termino con sexo. Por toda la casa, en el baño y en la sala, en todas partes. Cuando llegamos al cuarto, conocía cada punto nervioso para hacerme retorcer de placer, no sabía cómo lo hacía pero lo estaba logrando. 

Amaneció y yo seguía allí semi desnuda y mi ropa por todo el lugar, él estaba en la ducha, dejó la puerta abierta pensando que iba a entrar para otro round pero no iba a ser así, recogí mi ropa, me arregle, en eso momento antes de salir sin ser descubierta, estaba allí parado y arreglado. 
-¿Te vas sin siquiera decir adiós?, que chica por Dios- Dijo riendo. 

Conteste asustada y algo apenada: -no, no era mi intención solo…. que esto no debió pasar-

-¿No te gusto?-

-Sí, pero no es correcto-

-Hagamos esto, salgamos unas cuantas veces más, sin nada de sexo y luego miramos que pasa, ¿Qué dices?-

-Ok-, apunte mi teléfono en una libreta colocada en una mesa al lado derecho de la puerta.

Me despedí con un beso en el aire y salí corriendo. 





En la tarde recibí una llamada, era él, con su tono demandante y su tono risueño y conquistador, quería otra cita, así pasó un mes y decidimos ser “Amigos de sexo”. Algo extraño y loco, ninguno quería novio o novia, pero si sabíamos que las cosas eran buenas entre nosotros, podíamos estar con quien quisiéramos, después de que cumpliéramos con el compromiso. 

Eso, no termino nada bien, a mitad de Julio me soltó la bomba quede casi muerta. Le había tomado mucho cariño y no quería dejarlo ir. 




En fin, esa noche calurosa de verano, estaba allí con las ganas inmensas de no recordar nada, y allí apareció ella, de cabello negro con mechones castaños hasta la cintura, un pircing en la nariz, un short y una blusa caída de un lado. Me invito un trago, y se sentó al lado. 

-Mi nombre es Camille, y ¿tu?- 

-Moniqué, ¿Eres nueva por aquí? Nunca te había visto- 

-Algo así, solo vine esta noche y te vi y bueno, eres interesante, vas a acabar ebria y sola, ¿No te molesta que esté aquí o si?- 

-Para nada- 

Así continuamos hasta la madrugada, y me invito a pasar a la pista, hasta que terminamos mareadas y risueñas, la acompañe a su casa y en el camino, me robo un beso, quizás dos, cuando llegamos a la puerta de su apartamento ya estábamos conectadas y sabíamos que iba a pasar. 



Entramos en su pequeña morada, y comenzamos como haciendo un ritual, la ropa afuera, los cabellos sueltos y las sonrisas inolvidables, cada uno de los movimientos que hacíamos era aceptados, leía cada uno de ellos y se retorcía de placer, en cierta manera se parecía a él me lo recordaba en su manera agresiva de hacer las cosas en la cama y su manera sutil de arrancarme cada uno de los besos y las gotas de placer, y así hasta el amanecer, logré escapar de allí sin que me encontrará pero esa mujer era adictiva, era veneno, era como una cosa que no quería aceptar, y la odiaba, odiaba que se pareciera a él y estaba allí de nuevo mal por ella. Y por él. 




Terminaron por ser iguales, y dejándome peor que antes, como con una especie de Karma que estaba pagando así, y allí estaba en el bar con el aliento apestando a licor, y terminé sentada llorando y sin nadie a mi lado, ni él ni ella, y mis amigos ocupados con sus novias, quizás en cine o haciendo cosas interesantes y yo allí internada en el bar, donde una vez me rescato ella y donde un día me rescato el, Pagué la cuenta y perdida en lágrimas camine en las calles hasta encontrar un parque eran quizás las 12 o la 1. Pero habían muchos jóvenes allí todos esperando a que pasara algo increíble, encontré una banca y me senté no quería saber nada, pronto tomaría un taxi y me iría a casa, cuando allí los vi a ambos, Camille y Mark, riendo y tomados de la mano, se acercaron cuando me reconocieron, fue una rara e incómoda experiencia, pero allí estaban, al lado mío, preguntando el pasado y el futuro, escape prontamente y no esperé que ellos supieran nada de la relación que momentáneamente habían tenido conmigo. 



Eran las 10 de la mañana y así desperté, del más crudo sueño que había tenido, era más extraño de lo que quizás pude haber pensado que era real pero no fue así, hasta que la encontré a ella, al lado mío con una expresión bastante macabra, cuando miré estaba semi desnuda, pero era el karma, él estaba en la sala atado de pies y manos rogando por ayuda y yo, estaba a punto de terminar allí, logré escapar, pero la puerta estaba cerrada, y allí estaba riendo, solo que había una barra de hierro y cuando se acercó con las mordazas y con el arma, apunte directo a su cabeza, cuando reaccione estaba bajo el cuerpo de una mujer, ensangrentada. Era ella. 



Llamé a una ambulancia pero ya era demasiado tarde, Camille estaba muerta, y Mark bueno, solo estaba inconsciente, testificamos y quedamos libres, pero es aún el día que siento que estoy siendo perseguida por Camille, su espíritu era muy fuerte y ahora en la muerte, con Mark y aunque tengo miedo, sé que nada va a suceder, el próximo mes viajaremos a Europa a un Tour, y planeamos vivir juntos. Camille lo había hechizado y yo también había caído en eso, pero al terminar con ella, termino el hechizo. 




viernes, 14 de diciembre de 2012

Ella: El arte hecho figura.



Sexy y sonriente así la veía desde el otro lado de la calle cada vez que pasaba. Era alta, cabello largo rojizo, ojos marrón penetrante, brillante, su cuerpo para poseer un poco más de curvas era perfecta. Era hermosa y unos labios rojos pasión, tez blanca, podía describirla como una de las tantas mujeres que habitaban mis sueños. En su sonrisa escondía picardía de una mujer digna de temer y amar; todo eso aliado a una mente bastante abierta, testaruda, y dispuesta a amar a quien quisiera, a quien la aceptará, aun su hermosura que mostraba, su aspecto era totalmente contradictorio al de una muñeca normal digna de tal belleza, no era otro maniquí pintado era más bien, algo parecido a una revolución ambulante y preciosa. Así me interesaba y conmocionaba un poco más. Todos los días buscaba una excusa para encontrarla, una razón solo para mirarla. Se encontraba siempre acompañada de si misma, con una cámara, música o una lata de spray dispuesta a hacer arte. Siempre un gorro, botas, ropa desgastada, jeans cortados, o una falda que contrastaba con cómo se encontraba vestida. Camisetas de bandas ruidosas, de éxitos del rock y justamente la música que más me encantaba. Algo de metal quizás. 

Era enigmática pero quien más que yo para entender ese enigma, de lejos la observaba cual "Stalker" necesitaba algo que me hiciera contactarla de una forma más cercana no sabía su nombre pero quería saberlo, en mi mente la llamaba: Ella, como la conciencia de una mujer preciosa que admiraba de lejos.

En medio del verano, ya lejos o cerca de allí me la pasaba más cerca del parque lugar donde siempre se encontraba. Su voz era dulce y fuerte. Mostraba signos de timidez, signos de ser una revolución muda y dramática. Comenzó de pronto la lluvia, y ambas amabamos eso. Desde pequeña siempre me encanto salir a recibir la lluvia y tocar el agua entre mis manos, mientras todos corrían me senté en una banca coincidencial o casualmente era la misma donde se encontraba ella, protegidas por un techo, decidí dejar mi miedo y por fin hable: -Hola, mi nombre es Gabriella, ¿por qué no huyes de la lluvia como todos?- contesto: -hola, mi nombre es Ella (Ese fue un momento donde mi mente y corazón quisieron explotar, había acertado a su nombre) no huyo de la lluvia porque me encanta, me encanta tocar el agua con mis manos, y ¿tu, igual?- en ese momento no sabía que era lo que pasaba con mi cerebro pero no conectaba con mi lengua. 


No sabía que alguien como ella podía siquiera podíamos tener algo en común. Solo le conteste: -pienso lo mismo que tu acerca de la lluvia, no entiendo todos porque huyen- dijo claramente: -son solo personas sin sentido, tal vez como tu y yo-. Al terminar de mencionar la frase sonrió y al sonreír cuando me di cuenta la lluvia cesaba. Se paró, se despidió con un gusto en conocerte. Y partió en dirección este. 


Del embeleso seguía allí en una especie de shock, cuando reaccione ya se había ido, pero al otro día indiscutible mente estaría allí esperándola para sacar más información quizás una sonrisa, un café o quizás los dos.

Muy a las 5 de la tarde salí en dirección al parque de nuevo allí con un cuaderno en el cual solo veía que anotaba todo lo que veía. Me acerqué saludando tontamente con mi mano, cuando me reconoció solo alzó un tanto la mano. Y dio una sonrisa de bienvenida. Cuando por fin llegué a su lado. Después de un saludo formal y de una risita dijo:

-De nuevo tú, No esperaba tenerte hoy por acá o quizás si, ya no lo sé, pero me alegra que estés aquí. Siéntate, me tapas la naturaleza-


Conteste, sentándome rápidamente y riendo:

-¿cómo dices?, pensaba venir acá a disfrutar del verano, si tu no quieres que este aquí solo dime,-ambas reímos estruendosamente- y cuando termine observando detenidamente su cuaderno lo arrebate solo diciendo:-quiero ver que haces déjame ver-.

Solo contesto:

-eres muy dramática, me agradas, me recuerdas a una antigua yo-

Cuando vi el cuaderno era un paisaje perfectamente pintado como el que una vez cuando niña había dibujado inmediatamente me desperté. En ese momento solo me asuste y le pregunte cómo había logrado hacer algo así. Me contesto que solo fue parte de su imaginación; un destello. Esto se volvía cada vez más escalofriante mente interesante, Cada vez me atraía más esa mujer. Ella era aquella alma gemela que mi espíritu infelizmente solitario necesitaba. Vio mi manera de ver perpleja el dibujo y solo me preguntó por qué estaba tan impresionada, conteste que eso había sido uno de mis tantos sueños. -hahahaha- esa fue su respuesta además de una pícara mirada. La invite a tomar café, se paró cerró el cuaderno. Tomo de mi brazo. Y dijo solamente:-ok. Te sigo-. 


Llegando al café después de largas horas de estar allí discutiendo me daba cuenta que era una versión oscura de mi propio ser. Era el arte de mi ser interior. De café seguimos con unos tragos, uno que otro cóctel para olvidarnos de penas del pasado o quizás para recordarlo un poco más. 


Recuerdo muy bien como entre tragos, logramos hablar muy bien, y ya poco contenida, logré besarla se sintió tan bien. Fue como besar a alguien casi igual a mi, ella respondió con fuerza, de allí al momento en que llegamos a su casa, fue un tanto confuso, solo recuerdo el beso y ya la próxima escena en su casa sola.

Ya allí ella rompiendo mis ropas y aprovechándose de mi cuerpo. Y yo del de ella, era placentero y todo lo que había deseado pero quería más, besando hasta el último rincón de su cuerpo. Y explorando cada uno de sus puntos de placer. Y ella haciendo lo mismo. Haciéndonos una sola, fuera de estereotipo, fuera de convicciones, solo haciendo que el dulce arte de la pasión, nos dejara llevar. 


Cuando amaneció yo con una suave resaca. Me encontraba en mi cama arropada y desnuda. Allí fue cuando encontré una nota. Que decía, soy tu misma, soy el arte que brota cuando escribes, cada vez que dibujas, que te expresas que cantas o bailas. El motivo y la convicción de tu corazón que te mueve cuando es necesario soy tu musa. Por eso sabías mi nombre antes de conocerme totalmente. Y ahora que lo sabes soy parte de ti, la noche de ayer fue genial. Y jugar con tu memoria temporal fue fascinante. Realmente lo disfrute espero volver en otra forma. Atentamente: tu musa, el arte de tu interior. Posdata, no tengas miedo de expresar tu grandeza, ten miedo el día que la calles de nuevo. 


Al leer eso quede impresionada, había tenido una cita con el arte de mi interior, con la figura de mi arte y la había disfruta me había seducido; Tome un lienzo y comencé a pintar al azar; colores, trazos, parecía una escena, solo me dejé llevar deje que Ella hiciera su trabajo. Y de pronto apareció en el lienzo la figura de una hermosa mujer cabello negro, ojos negros brillantes, Una sonrisa hermosa y peculiar; Era yo y estaba firmado por ella. Allí fue cuando comprendí que éramos una sola, y que ella se había apartado de mí solo porque yo decidí hacerlo, no sé si sea Gabriella o Ella la que escriban esta historia. Solo sé que Gabriella, o ella somos arte y del más puro.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Desde mi cielo.


Aquí en cerrada desde mi cielo donde las bestias se visten de capuchas, donde las maquinas son considerados los mejores y donde la vida es mejor cuando te fumas un porrón, después de largas horas de viaje y de pasar por noches continuas de lágrimas, de desespero descontrolado. Termine aquí donde todo lo que digas esta mal y todo lo que pienses debe ser callado: el miedo a que te maten o te peguen es constante. 
Cuando entras te lo pintan como el paraíso y te das cuenta que las cosas tal vez no son como quieres que sean. Nunca fue el lugar que quisiste y tal vez es una de las peores decisiones que dejaste que tomaran para ti. 
Las manos atadas, el corazón partido y las alas quebradas, cortadas, cual ave fénix encerrada como paloma. Desgastando sus lágrimas porque no encuentra respuestas no tiene alternativas, quemándose una y otra vez tratando de adaptarse, naciendo una y otra vez, todavía sin poder adaptarse sin poder responder, sin poder actuar sintiéndose inútil e impotente. 

Buscando su amante por doquier y si encontrar siquiera una voz que le calme el dolor. Y que calme sus lagrimas. Muriendo para si y llorando hasta desgarrar su garganta. 
Una transformación inminente un cambio no acertado. Una decisión quizás tomada en un momento de euforia, mal tomada. Mucha reflexión en vano. Ojos rojos, voz anudada escondiendo un grito ¡Ya NO MAS!. Y una voz oculta aparentando estar bien. Mirada tan brillante como el cielo de un día de invierno. 
Renuncio se escucha en el cerebro en un pedazo pero otra parte dice continua todavía queda luz. Momentos en que la voz de ella se vuelve intensa y termina por hacerlo. Se deja carcomer por el tiempo y la desesperación y desde su cielo ve el mas dulce fue apagándose a su alrededor . 




sábado, 8 de septiembre de 2012

Sueños Encontrados


Suciedad, bullicio, ruido por doquier; no hay un solo lugar donde sentir cómodo, escuchar tus propios pensamientos- Allí la encontré, en medio de la oscuridad; asustada y tratando de llorar porque no sabia que pasaría, que vendría, una belleza se ojos canela, piel tersa como una porcelana y tierna como una manzana, cabello recogido con signos de rebeldía y una historia que seria digna de escuchar un día. 

Ella tan pequeña y aterrorizada pensando que no tendría nada que hacer y no sabría como llegar, cuando me vio pareció que viera por fin una cara confiable, (no sabia con quien se metía). Cuando se dispuso a preguntarme el camino que le llevaría a su destino las coincidencias se hicieron mayores, (íbamos para el mismo lugar) una charla amena combinada con un poco de flirteo, todo se fue dando. 


Visitábamos los mismos lugares, los mismos círculos, NUNCA nos habíamos visto, era curioso pero excitante; y me encantaba esa cercanía y ese sentimiento de familiaridad, para mi era ingenua o quizás era yo la ingenua. 

El camino se hizo largo y la charla mas profunda el tiempo se resumía en unos cuantos segundo y esa belleza la confundía entre sonrisas. 

Al llegar al aeropuerto la cogí de la mano, la bese y luego me despedí tenía que seguir el camino a mi vuelo y hoy ya hace un año que la tengo a mi lado. Viajábamos a la misma ciudad: Columbia, a trabajar en el mismo laboratorio, de la misma Universidad. Curioso ¿no?

sábado, 4 de agosto de 2012

El crimen perfecto, el misterioso asesino pasional.


Colillas de cigarrillo, un café a medias con unos labios grabados en el borde, un aroma de un perfume inconfundible, mucha ropa y algo de sudor, eso fue lo que quedó en la sala. Todo el pequeño apartamento era un completo desastre pero entre gemidos y gritos se entendían, la escena del crimen fue perfectamente diseñada, perfectamente milimetrada, era más que uno de los tantos episodios de sexo, era la entrega después de tantas noches de sufrir por su belleza, y de buscar formas de encontrarla y de tenerla en su cama, su fantasma se aparecía todos los días en sus sueños y al verla en las mañanas, el deseo incrementaba. 

El caso se hacía complicado para todos los policías, y los espíritus del pasado siempre la confundían, trayendo testigos y personas que decían que era culpable y que la acosaba, merecía un castigo, escuchaba todo esto y solo pensaba: “si supieran que fue ella, la que después de una larga noche se quiso ir, y fue ella la que me mató a mí, con su desaparición fugaz, realmente nunca la entendí cuando estaba viva, era inquieta, aparentemente feliz, impredecible como el mar, y quieta como el viento, ahora que está muerta y que me culpan de eso, es que pienso y logro entenderla; pero yo no lo hice, dentro de mis claros recuerdos, nunca fue así” 

Anne e Isabel, dos desconocidas que un día el destino decidió que se encontraran e hicieran del amor lo que ellas quisieran, o más bien que el amor hiciera con ellas lo que él quisiera, el momento del encuentro fue dulce y dócil, ambas dos mujeres conscientes de su suerte y belleza, pero una con inclinaciones más emocionales. Anne con 22 años de edad se encontraba realizando un papeleo para una beca al igual que Isabel con 24, lo que ambas no sabían era que iban a ser el fin de la otra. 

Isabel de un porte más serio y más fuerte siempre fue entregada a lo que quería, era una mujer imponente, pero nunca pensó caer en los temerosos caminos de la pasión con semejante compañera, de un porte alto y esbelto, elegante a su manera; como siempre solía decirlo, con un cabello castaño que le llegaba a la cintura, con unos acabados ondulados nunca manipulados, ojos negros brillantes, una sonrisa penetrante y tranquilizante, labios de color rosa pálido, todos detalles que además de hacerla atractiva eran confusos para quien la veía, pero fueron los ojos rebeldes de otra mujer que causarían todo como un cambio en el destino de ambas. 

“El día en que la conocí me encontré con una mujer elegante y afable, que al principio además de portar con una apariencia dulce, Anne tenía en su mirada cierto destello de tener un genio incontrolable, pero en esa mirada no solo notaba eso, sino un reflejo completo, como un panorama de todas sus emociones, cuando la conocí esa mirada brillaba, al parecer le agradaba mi presencia: -simplemente estaba haciendo amable- eso pensé, pero su mirada reflejaba cierta felicidad y neutralidad,. Además de ello y de su mirada tan brillante era una mujer de tez blanco como la nieve, labios carnosos, brillantes, y rojos como una cereza, cabello de un color negro azabache sin síntomas de tintes o de algún toque superficial, su liso se notaba que no estaba corrupto por alguna de esas máquinas del infierno que tanto e odiado siempre, una falda desde la cintura hasta debajo de las rodillas, tacones en punta y una camisa muy bonita. 

Fue mi primera opción al entrar al cuarto para saludar y congeniar, desde que entre me impacto, no sé, me deje llevar por su aspecto y su aparente dulzura, nunca supe que iba a terminar en esto.” 

Juntas allí en ese momento y en ese espacio confinadas a esperar un turno para lograr el futuro que tanto anhelaban pero que pronto las acabaría, primero llamaron a Isabel Escandón, digna hija de dos magnates de la ciudad y con ganas de hacer una especialización en lo que tanto amaba: Medicina. Entro a la entrevista y decidida a ganar lo que fuera, pero aun atontada por la belleza de su posible compañera, nunca le había pasado esto: no se la podía sacar de la mente, ya allí y concentrada en hacer su mejor entrevista, y así fue, obteniendo uno de los 20 cupos para esta especialización tan difícil como lo era las ciencias clínicas, lo consiguió, luego de ella, llamaron a Anne Santiago, hija de padres trabajadores y talantes, llenos de orgullo por la única hija que tenían y la única medica en su familia, era una mujer bastante inteligente y dulce y si estaba allí era por sus méritos, al igual que Isabel tenían el mismo sueño, pero nunca se habían conocido y solo en ese momento tan majestuoso se encontrarían. 

“Temblé en el momento de la entrevista me llamaron antes que Anne, pero con toda la fe puesta en todo lo que había estudiado para ello y siendo yo misma, lo intente y lo logré, realmente no fue tan complicado, me lo hicieron sencillo que el instructor fuera tan amable y cordial y congeniará tan rápido con mi personalidad, salí llorando de la felicidad y anunciándole a ella que podía pasar, la iba a esperar, deseaba saber su resultado, cuando salió vi una mirada brillante y hermosa, una sonrisa gigante y mejor que la del saludo: había pasado, desde ese momento supe que las cosas serían distintas con ella 2 años junto a mí”. 

Los días pasaron y se comenzaron a contactar, las vacaciones acababan y ellas ansiosas de comenzar con su especialización e Isabel con ganas de saber aún más y de ser la mejor amiga o tal vez la amante de Anne, con maletas listas y muchas ganas e ilusiones en las puertas del aeropuerto estatal se encontraron, en ese momento las amigas, que luego serían más que eso. 

Durante el viaje se sentaron juntas, una vigilaba el viaje de la otra, el trayecto a Barcelona se tornaba más corto de lo que pensaban, entre charlas y bromas, ya casi finalizando Isabel se quedó dormida y Anne, admiraba a su compañera sentía cierta atracción hacia ella, pero no quería, no debía, decírselo arruinaría todo, o tal vez así lo veía ella, con cuidado y entre pequeñas caricias, ella la admiraba y esos labios rosa pálidos de Isabel los miraba con ternura y pasión que un día desemboco en una tragedia. 

Llegando a Barcelona en la asignación de cuartos, de nuevo el destino hecho sus cartas, juntas de nuevo en un gran internado, por 1 año entero, ambas atraídas y con las mentes dañadas y colmadas con todo lo que podrían hacer juntas en ese tiempo acabarían por ser las mejores amigas. Y así fue, las primeras noches con trabajos por montón, ojeras acumuladas y grandes deseos, siguieron allí, el tiempo paso y así en el hospital comenzaron a trabajar cada día más y más, las clínicas eran complicadas de tratar, y allí fue donde su lazo se incrementó. 


“Anne era bastante atrevida, y ambas estábamos cansadas y queríamos, deseábamos sexo, pero no teníamos con quien, todos los médicos y los incluidos en el programa eran bastante frígidos, y la verdad, muchos nos querían en sus pantalones, éramos del pequeño grupo de las 6 mujeres que entraron al programa, pero nosotras más astutas no dejábamos que nisiquiera nos tocaran y por el momento mi interés no eran ellos, era ella, con el tiempo la desee más y más y ella al parecer también. 

En uno de los cortos días de descanso, después de salir de una fiesta bastante intoxicadas por el alcohol, yendo a casa en el taxi, ella comenzó a jugar con sus dedos en mi entre-pierna, aunque las ganas no me faltaban, intente rechazarla pero para mi suerte conseguimos llegar un poco más lejos. Ya en el apartamento, tambaleando y entre besos disfrutándonos. Me acuerdo que hicimos de la noche una sola, con sus exigencias y con sus gritos de alegría, me consumaba. Al día siguiente con un dolor de cabeza horrible me desperté y la vi allí a mi lado: -¡Por FIN!- eso pensé cuando estaba allí. Cuando se despertó fue más sencillo darnos cuenta de lo que había pasado, lo que sentíamos al respeto, seguimos cumpliendo nuestros caprichos de sexo, fuera en la clínica o en el apartamento, nadie sabía de lo que pasaba entre nosotras, la imagen: “Las mejores amigas” nos cubría. Pero nadie sabía que más allá: compañeras de cama y de corazón eso éramos”. 

Con el pasar de los días, y con repetidos, extraños y sospechosos episodios, descubiertos por sus compañeros en la clínica, lo confesaron: eran amigas y amantes desde hacía rato y en una fiesta lo anunciaron, para unos fue de dicha, mientras que para otros como los padres de Isabel que la visitaron en su estadía, para ellos fue como un baldado de agua fría, pues nunca creyeron que su tan hermosa hija después de haber mostrado desde joven una figura tan heterosexual se revelará y descubriera sus inclinaciones homosexuales, su madre feliz porque su hija era feliz la apoyaba mientras tanto su padre quería llevársela de nuevo a la ciudad, no secundaría más esto. Isabel y su madre lo convencieron y esta se pudo quedar, y aunque ya no era una niña faltaban pocos meses para acabar el internado que el subsidiaba. 

Después de la bomba y del gran problema que tuvo Isabel con sus padres, y ya casi finalizando el internado, todo estaba completo, decidieron vivir allí en Barcelona y hacer su vida juntas, vida que quizás para ambas pronto acabaría. 

“Cuando le dije a mis papás que tenía algo con Anne: “Mi mejor amiga”, a mi papá casi le da un infarto de la irá que tuvo, mi madre siempre sonriente lo convenció de dejarme y terminando por darme la bendición un poco a regaña dientes me dejo quedar y hacer mi vida con Anne. Contratadas por el mejor hospital de Barcelona (a mi parecer), y con aspiraciones a hacer otra especialización después de nuestra residencia, estábamos allí en Barcelona: juntas. 

Pasaron semanas y meses: nos organizábamos más y más, nos amábamos más y todo esto fue resultado de cada pasión y de cada momento, los vecinos se quejaban siempre de los gritos de placer de Anne, era muy escandalosa pero yo la amaba así, así la quería hasta esa noche. 

Los recuerdos son realmente borrosos, recuerdo que llegábamos de una fiesta bastante intoxicada, como siempre estaba ella, le encantaba disfrutar de los cocteles y robarme besos mientras lo hacía, comenzamos con besos y caricias sensibles, pero al parecer querías más, encendí un cigarrillo y le pasé una taza de café para que recobrará el sentido, en el sofá mientras fumaba, cuando termine el 5to cigarro, de repente me beso y comenzamos un idilio de pasión que no termino allí, no recuerdo en que momento dejamos la sala y mucho menos el momento en el que llegamos a la cama, cuando amaneció con la casa vuelta un desastre, me pare para ir a la clínica, y yendo al piso de abajo escuche dos disparos, cuando subí estaba con un arma en las manos, y con sangre por toda la cama, en la cabeza y en el pecho dos orificios que brotaban sangre, inmediatamente llame a una ambulancia y así después de eso el caso se intensifico más y más” 

Después de conocer la noticia de la muerte de Anne, sus padres comenzaron a hacer una indagatoria y presentaron una demanda en contra de Isabel, pues según ellos y muchos era ella la culpable de aquel crimen pasional; por celos, a la mujer que había entregado todo, la escena fue perfectamente sellada y obviamente el arma con huellas de Isabel y de Anne, fue tomada como evidencia. Después de un largo proceso y de darse por aclarada la verdad, cuando liberan a Isabel a los pocos días la encuentran muerta, con una especie de vara de metal clavada en su corazón y con signos de haber sido violada. 

Con la muerte de Isabel, no fue más sino encontrar el responsable de estos actos, que a los pocos días se entregó. Marco, un joven de 26, alto y bastante guapo, ex-novio y ex prometido de Isabel, antes de que ella se fuera al internado en Barcelona, cuando Marco se dio cuenta de la relación de Anne e Isabel, esto le cayó como un torpedo en medio de su corazón, destrozado por la noticia, después de una exhaustiva búsqueda por Isabel por casi todo el mundo, consigue el contacto que lo llevaría con ella, primero tratando de acosarla para que regresarán a su relación y ella negándose, ese mismo día decide destruir a su ex novia y a la mujer que convivía con ella. 

Ya libre de los cargos de la muerte de Anne, Isabel recibe un día la visita de este joven y se da cuenta de todo lo que él hizo con el amor de su vida, inmediatamente lo rechaza y al hacer eso después de una larga tortura, esa misma noche es encontrada Isabel muerta, al parecer Marco hizo lo imposible por entrar en su residencia en la noche y la mata acabando con su locura, llama a la policía informando del cuerpo, en ese momento desaparece, contada una semana se entrega como el culpable de la muerte de Isabel y Anne. 

Hoy está pagando su condena en una cárcel de máxima seguridad en Barcelona, por lo que él dice: “Las vueltas rebeldes del destino, que un día me la dieron y al otro me la quitaron”, Cuando le preguntan si pudiera devolver el tiempo y hacer algo más siempre contesta: “-La tuve en mis manos y la perdí porque se interpuso el destino es ahora cuando quiero no volver el pasado y dejarlo todo así, no lamento nada nisiquiera la noche en que la mate, nisiquiera a la zorra de su novia, solo creo que merezco estar aquí y si pudiera hacerlo lo haría de nuevo, fue el crimen perfecto-”

domingo, 29 de julio de 2012

Locura de Oficina.

Es cuando acerco los dedos a la boca en busca de otro cigarrillo y buscando el humo que se evaporo cuando me doy cuenta que mis labios están partidos y desquebrajados y mirando en un espejo los encuentro sin color, por los besos que se esfumaron y por las caricias que desaparecieron, por las risas que se perdieron y por los momentos que se destruyeron uno a uno, interesante era oír cuando te quejabas y reías y cuando me buscabas y comías a besos en tu cama y en la mía. Cuando deje que las miradas perdieran brillo y cuando el sudor y el placer del sexo se fueron marchitando poco a poco que dejamos de querernos. Sí, eso fue quizás el motivo. 


No era raro encontrarnos en la mesa con la ropa semi puesta, el cabello desorganizado y nuestras faldas desarregladas en uno de esos momentos en que nos cogían con las manos en la masa y nos olvidábamos de lo que pasaba que dejábamos llevarnos por el momento y por las sensaciones, cuando en las noches por más que intentáramos no acércanos por el enojo de una pelea pasajera un buenas noches siempre estaba en nuestras vidas, y un beso sea en la mejilla, frente o boca siempre aparecía a alegrarnos las vidas. 

Tu odio por mis vicios siempre fue infinito siempre quisiste cuartar el vicio de fumar, pero nunca pudiste controlar el vicio mío de amarte sin pensar en el que dirán, eras tan mía cuando yo quisiera y a la hora que quisiera como yo era tan tuya en el momento en que tú lo desearás con la pasión que tu anhelarás, cuando llegábamos al punto en que la pasión rebosaba el amor, te veía un día sexy y al otro día como una usurpadora entre peleas y cariños me ganaste, pero de esa manera me perdiste. ¿Por qué? Eso ahora no lo sé. 

Más bien entre recuerdos quiero consumirte y hacerte de nuevo una en mi cama y sentirte de nuevo una vez más esta noche conmigo y juntando mis recuerdos y tal vez juntando retazos de lo que éramos, de lo que somos y de lo que fuimos. 

Cuando te conocí eras una cosa inalcanzable además de ser el amor de mi vida, eras una confusión en mi mente y algo que me hacía poner un pie en falso cada vez que intentaba negarlo, con tu cabello negro ondeante y brillante perfectamente arreglado como siempre excepto cuando eras víctima de mis ataques y tus caderas torneadas, tus ojos marrón oscuro brillando como siempre y tu sonrisa que reflejaba esa paz que transmitías, aunque pequeña eras o quizás no más alta ni más baja, con una malicia y unos aires de maldad pero con una paz tan interior que te hacia ver completamente inocente y placentera, tan picara como quisieras y tan hermosa como siempre te mostraste, así me fui enamorando sin condiciones. 

La primera vez que te vi, en el fondo de la oficina sentada perfectamente arreglada y hablando en tono modulado, una falda negra que me mato en el momento en que te vi, esas piernas y esa cintura marcada por la misma todo perfectamente arreglado, el cabello arreglado en una coleta alta y con una sonrisa solo diciendo: 

-Hola, buenos días- de lo asombrada de ver todo y verte a ti solo conteste: -Hola, buenos días un gusto, soy Amanda- 

-Eres la nueva ejecutiva, soy Andrea, jefa del departamento de negocios, inmediatamente te muestro todo- invitándome a seguir por el pasillo para mostrarme la oficina donde trabajaría todo fue como tan rápido, y enseñándome toda la oficina y todo, y explicándome todos los procedimientos todo fue tan milimetrado y tan efímero que cuando me dejaste fue muy difícil concentrarme, me dirigí a la oficina del jefe, y con un anunció de la nueva jefe del departamento creativo, ya todo estaba hecho, mantendría allí todo el tiempo dispuesta a saber más de ti. 

Los días pasaron y pasaron y con apoyo de tuyo fuimos haciendo más y más proyectos hasta que nos consideraron un dúo dinámico, mi creatividad y la parte de los negocios todo a la par fueron el cóctel del éxito, para mi trabajar contigo era a veces complicado no podía evitar las ganas de arrancarte la ropa y de hacerte mía pero la paciencia y las ganas de hacer todo como se debía hacer me dieron fuerzas, después de un reconocimiento por un gran negocio que cerramos, una cena fue el detonante, fue allí donde me aproveche y ya fuera de la oficina te pude sacar un poco más de información y de por fin decirte todo lo que sentía. 


Era normal, la reacción que tendrías, alejarte un tanto y casi salir corriendo del restaurante, los días siguientes fueron raros, no nos podíamos mirar siquiera a los ojos, en mi caso tenía vergüenza por lo sucedido y en la tuya al principio no sabía luego lo descubrí todo. Un día sin más que aguantar y más palabras que tragar me acerque y dije: -Andrea, no quería ofenderte con mis sentimientos pero es lo que siento si te incomode lo siento- bajando la cabeza y mirando hacia el suelo y como caían mis lágrimas solo tomaste mi cara y con un tierno y largo beso me respondiste a todo. A todo lo que un día había presentido. 

De allí los días fueron más sencillos, escondiéndonos en el baño de mujeres para besarnos y en las noches en un restaurante cualquiera, en tu casa o en la mía haciendo lo que queríamos, y haciendo que nuestras vidas fueran una sola, nadie de la oficina se podía dar cuenta, entre películas y cenas estábamos siendo “Amigas” pero sabíamos que queríamos algo más, pero que todo debía ser paso a paso y con cautela, fue el día de tu cumpleaños o el mío, la verdad ya no recuerdo no soy buena con las fechas, después de pasar una casi pena delante de tus papás que no sabían que éramos casi una pareja y que casi tu mamá nos descubre besándonos en el baño, ocultándolo con un accidente fue algo muy chistoso. Ya cuando todos se fueron y con excusa de ayudarte a acomodar tu casa, por la fiesta fue que entre lavados de platos y recogiendo todo fue que con pastel nos bañamos y comenzamos a disfrutar de la noche y de nosotras en tu cama, comenzamos arrancarnos la ropa. 

La sinfonía de gritos de placer, combinada con el misterio de las ropas rasgadas y de vernos por fin, fue casi un sueño hecho realidad, entre risitas y cosquillas, besos y caricias, haciendo lo que más nos gustaba, realmente enamoradas, por fin le dimos fin a esa escena que tanto habíamos esperado. Pasando después de meses de que nada se descubriera y todo quedará solo el secreto guardado por nuestros conocidos; nuestras familias no tenían ni idea, solo que éramos dos compañeras de trabajo conocidas como muy buenas amigas, nisiquiera los de la oficina después de tanto que hacíamos allá por más de una ocasión nos intentaron atrapar pero siempre ocultándonos y evitándolo, nunca nos descubrieron o quizás eso pensamos. 

Después de meses de constante armonía y de una relación que cada día crecía más y más una pelea, una disputa por aceptarnos y darnos nuestro lugar nos separó y es aquí con el cigarrillo que tanto odias, y con el estado deprimente que tanto desprecias ver en mí, y añorando una noche más de que tu estés aquí en mi cama haciéndome tuya, es cuando se haga público lo nuestro que podremos saber qué es lo que queremos. 

Días después de todo esto nos reunieron una vez más en el trabajo, y ya con más situaciones incomodas e imperfecciones después de un tiempo de estar distantes decidimos aceptarlos, yo dejando el vicio del cigarrillo y Andrea aceptando su bisexualidad y dando paso a su amor, comenzaron a ser mejores cada día más y ahora juntas y casadas disfrutan de su vida y piensan ser madres de una bebe que en su vientre lleva Andrea. 

Al escuchar la noticia muchos se impactaron, otros lo sospechaban y otros solo se alegraron de que por fin lo hacíamos público, para la familia de Andrea fue difícil pero ya nos conocían y sabían lo feliz que nos hacía el estar juntas, por último lo aceptaron, todo encajaba y es hoy cuando la amo más que nunca y con todos los vicios y peleas el sexo se hace cada vez más interesante y quiero aprender a amarla más y más cada día redescubriéndola más y más.