lunes, 31 de diciembre de 2012

Camille, la mejor figura del Karma



Pensé que iba a ser normal como siempre; Sexo eso era, con una chica pero era sexo, normal y corriente con una chica que conocí en un bar una noche como cualquiera, pero no sabía que esto sería un Karma más para cargar, empezaré de una forma más sencilla. 

19 años, cabello negro hasta la cintura con mechones y ojos café, como me decían todos a mí me parecían miel pero eso no importaba, estaba sentada sola en la barra del bar lleno de luces y del aroma del sudor de los que estaban en la pista de baile unos seduciéndose entre ellos y los otros solo por pasar una canción que los habían obligado a bailar, en fin, estaba allí atragantándome con licor hasta que llegará alguno de mis amigos y me llevara a casa, o tal vez encontrara alguien quien me acompañara aquella noche, era la mitad del verano y hacía demasiado calor por eso llevaba un short, y una blusa caída tal recuerdo azul petróleo, pero no siempre había estado allí y no siempre tenía la sensación de estar eternamente ebria. 


Antes de ese verano tenía un “conocido” digámoslo; SI, tenía sexo con él cada vez que lo deseaba, y cada vez que lo llamaba, era como un servicio a domicilio, entras, sales y el placer siempre estaba allí hasta que un día me dijo que deseaba dejar de hacerlo, se había enamorado y no precisamente de mí, allí comenzó todo, y el motivo por el cual comencé a refugiarme en aquel bar, había demasiada gente que conocía y otra que no, unos que llevan unos días y otros que se iban. Aquel chico que me dejó a puertas de este largo verano me había encontrado en la facultad de Artes, era algo parecido a una weirdo, bonita, pero RARA, Como solían decir los amigos de mi hermana. La primera vez que lo vi, estaba sin camisa en medio de un salón esperando que lo pintaran. Si, yo llegaba tarde siempre a las clases de pintura corporal, además sabía que hoy nos visitaría uno de esos modelitos baratos, cuando entre sin culpa tumbe el cuadro que estaba a la derecha de la puerta, y así hice mi entrada “triunfal” en el medio de las risitas y los murmullos me senté: me toco la mesa con el cabestrillo de la mitad, era el único asiento vacío, y quería devanar mi cerebro y desaparecer. 





El chico solo sonreía, me sonreía o quizás así pensé que era, lo dibuje lenta y cuidadosamente, fue como hacer una de las más deliciosas clases de postres, amaba dibujar pero nunca cuerpos, él lo había logrado en esos pocos minutos su sonrisa y mirada azul penetrante me estaban conmoviendo lo suficiente para hacerlo, y sentía como si todo en mi alrededor desapareciera, cuando termino la clase se puso su camisa y paso por cada uno de los cabestrillos, quizás se tardó un segundo más para apreciar mi dibujo, cuando salí lo entregue a la maestra e iba directo a la clase de escultura, pero en medio del camino, me lo tope parecía un fantasma porque ni siquiera lo escuché. 




-¿Gustas un café?- Dijo bastante sonriente. 

-No, muchísimas gracias tengo una clase y tú, ¿No deberías estar en el salón para la siguiente clase?- Conteste 

-Mi trabajo terminó por hoy con la maestra Caroline, ahora mi destino ha cambiado, y estoy tratando de llevar a una bella señorita a tomar un café- Dijo guiñando un ojo. 

-Como te dije tengo una clase, y no puedo fraternizar con los modelos de las clases iría contra mis propios principios. ¿por qué no te buscas una de las maniquie que estaban en la clase?- Dije mirándolo justo a sus penetrantes ojos azules. 

-Ok, no molesto más pero si, toma mi teléfono, solo si un día quieres salir a discutir sobre tus trabajos, me encantaría saber más- Dijo arrebatando mi teléfono del bolsillo y colocando su nombre, dirección y teléfono. 

Mark Stelling 

Columbus Ave, New York. 

5546790. 



Pasaron días enteros, entre trabajos y mirar mi teléfono y mirar su nombre allí colocado y su teléfono, y aunque las ganas me carcomían no lo iba a hacer; no lo llamaría. Pasaron los días, me vi desesperada y lo llame. Salimos a una cita un restaurante en la calle ocho, cerca de donde vivía y luego de ello, entre copas y risa todo termino con sexo. Por toda la casa, en el baño y en la sala, en todas partes. Cuando llegamos al cuarto, conocía cada punto nervioso para hacerme retorcer de placer, no sabía cómo lo hacía pero lo estaba logrando. 

Amaneció y yo seguía allí semi desnuda y mi ropa por todo el lugar, él estaba en la ducha, dejó la puerta abierta pensando que iba a entrar para otro round pero no iba a ser así, recogí mi ropa, me arregle, en eso momento antes de salir sin ser descubierta, estaba allí parado y arreglado. 
-¿Te vas sin siquiera decir adiós?, que chica por Dios- Dijo riendo. 

Conteste asustada y algo apenada: -no, no era mi intención solo…. que esto no debió pasar-

-¿No te gusto?-

-Sí, pero no es correcto-

-Hagamos esto, salgamos unas cuantas veces más, sin nada de sexo y luego miramos que pasa, ¿Qué dices?-

-Ok-, apunte mi teléfono en una libreta colocada en una mesa al lado derecho de la puerta.

Me despedí con un beso en el aire y salí corriendo. 





En la tarde recibí una llamada, era él, con su tono demandante y su tono risueño y conquistador, quería otra cita, así pasó un mes y decidimos ser “Amigos de sexo”. Algo extraño y loco, ninguno quería novio o novia, pero si sabíamos que las cosas eran buenas entre nosotros, podíamos estar con quien quisiéramos, después de que cumpliéramos con el compromiso. 

Eso, no termino nada bien, a mitad de Julio me soltó la bomba quede casi muerta. Le había tomado mucho cariño y no quería dejarlo ir. 




En fin, esa noche calurosa de verano, estaba allí con las ganas inmensas de no recordar nada, y allí apareció ella, de cabello negro con mechones castaños hasta la cintura, un pircing en la nariz, un short y una blusa caída de un lado. Me invito un trago, y se sentó al lado. 

-Mi nombre es Camille, y ¿tu?- 

-Moniqué, ¿Eres nueva por aquí? Nunca te había visto- 

-Algo así, solo vine esta noche y te vi y bueno, eres interesante, vas a acabar ebria y sola, ¿No te molesta que esté aquí o si?- 

-Para nada- 

Así continuamos hasta la madrugada, y me invito a pasar a la pista, hasta que terminamos mareadas y risueñas, la acompañe a su casa y en el camino, me robo un beso, quizás dos, cuando llegamos a la puerta de su apartamento ya estábamos conectadas y sabíamos que iba a pasar. 



Entramos en su pequeña morada, y comenzamos como haciendo un ritual, la ropa afuera, los cabellos sueltos y las sonrisas inolvidables, cada uno de los movimientos que hacíamos era aceptados, leía cada uno de ellos y se retorcía de placer, en cierta manera se parecía a él me lo recordaba en su manera agresiva de hacer las cosas en la cama y su manera sutil de arrancarme cada uno de los besos y las gotas de placer, y así hasta el amanecer, logré escapar de allí sin que me encontrará pero esa mujer era adictiva, era veneno, era como una cosa que no quería aceptar, y la odiaba, odiaba que se pareciera a él y estaba allí de nuevo mal por ella. Y por él. 




Terminaron por ser iguales, y dejándome peor que antes, como con una especie de Karma que estaba pagando así, y allí estaba en el bar con el aliento apestando a licor, y terminé sentada llorando y sin nadie a mi lado, ni él ni ella, y mis amigos ocupados con sus novias, quizás en cine o haciendo cosas interesantes y yo allí internada en el bar, donde una vez me rescato ella y donde un día me rescato el, Pagué la cuenta y perdida en lágrimas camine en las calles hasta encontrar un parque eran quizás las 12 o la 1. Pero habían muchos jóvenes allí todos esperando a que pasara algo increíble, encontré una banca y me senté no quería saber nada, pronto tomaría un taxi y me iría a casa, cuando allí los vi a ambos, Camille y Mark, riendo y tomados de la mano, se acercaron cuando me reconocieron, fue una rara e incómoda experiencia, pero allí estaban, al lado mío, preguntando el pasado y el futuro, escape prontamente y no esperé que ellos supieran nada de la relación que momentáneamente habían tenido conmigo. 



Eran las 10 de la mañana y así desperté, del más crudo sueño que había tenido, era más extraño de lo que quizás pude haber pensado que era real pero no fue así, hasta que la encontré a ella, al lado mío con una expresión bastante macabra, cuando miré estaba semi desnuda, pero era el karma, él estaba en la sala atado de pies y manos rogando por ayuda y yo, estaba a punto de terminar allí, logré escapar, pero la puerta estaba cerrada, y allí estaba riendo, solo que había una barra de hierro y cuando se acercó con las mordazas y con el arma, apunte directo a su cabeza, cuando reaccione estaba bajo el cuerpo de una mujer, ensangrentada. Era ella. 



Llamé a una ambulancia pero ya era demasiado tarde, Camille estaba muerta, y Mark bueno, solo estaba inconsciente, testificamos y quedamos libres, pero es aún el día que siento que estoy siendo perseguida por Camille, su espíritu era muy fuerte y ahora en la muerte, con Mark y aunque tengo miedo, sé que nada va a suceder, el próximo mes viajaremos a Europa a un Tour, y planeamos vivir juntos. Camille lo había hechizado y yo también había caído en eso, pero al terminar con ella, termino el hechizo. 




viernes, 14 de diciembre de 2012

Ella: El arte hecho figura.



Sexy y sonriente así la veía desde el otro lado de la calle cada vez que pasaba. Era alta, cabello largo rojizo, ojos marrón penetrante, brillante, su cuerpo para poseer un poco más de curvas era perfecta. Era hermosa y unos labios rojos pasión, tez blanca, podía describirla como una de las tantas mujeres que habitaban mis sueños. En su sonrisa escondía picardía de una mujer digna de temer y amar; todo eso aliado a una mente bastante abierta, testaruda, y dispuesta a amar a quien quisiera, a quien la aceptará, aun su hermosura que mostraba, su aspecto era totalmente contradictorio al de una muñeca normal digna de tal belleza, no era otro maniquí pintado era más bien, algo parecido a una revolución ambulante y preciosa. Así me interesaba y conmocionaba un poco más. Todos los días buscaba una excusa para encontrarla, una razón solo para mirarla. Se encontraba siempre acompañada de si misma, con una cámara, música o una lata de spray dispuesta a hacer arte. Siempre un gorro, botas, ropa desgastada, jeans cortados, o una falda que contrastaba con cómo se encontraba vestida. Camisetas de bandas ruidosas, de éxitos del rock y justamente la música que más me encantaba. Algo de metal quizás. 

Era enigmática pero quien más que yo para entender ese enigma, de lejos la observaba cual "Stalker" necesitaba algo que me hiciera contactarla de una forma más cercana no sabía su nombre pero quería saberlo, en mi mente la llamaba: Ella, como la conciencia de una mujer preciosa que admiraba de lejos.

En medio del verano, ya lejos o cerca de allí me la pasaba más cerca del parque lugar donde siempre se encontraba. Su voz era dulce y fuerte. Mostraba signos de timidez, signos de ser una revolución muda y dramática. Comenzó de pronto la lluvia, y ambas amabamos eso. Desde pequeña siempre me encanto salir a recibir la lluvia y tocar el agua entre mis manos, mientras todos corrían me senté en una banca coincidencial o casualmente era la misma donde se encontraba ella, protegidas por un techo, decidí dejar mi miedo y por fin hable: -Hola, mi nombre es Gabriella, ¿por qué no huyes de la lluvia como todos?- contesto: -hola, mi nombre es Ella (Ese fue un momento donde mi mente y corazón quisieron explotar, había acertado a su nombre) no huyo de la lluvia porque me encanta, me encanta tocar el agua con mis manos, y ¿tu, igual?- en ese momento no sabía que era lo que pasaba con mi cerebro pero no conectaba con mi lengua. 


No sabía que alguien como ella podía siquiera podíamos tener algo en común. Solo le conteste: -pienso lo mismo que tu acerca de la lluvia, no entiendo todos porque huyen- dijo claramente: -son solo personas sin sentido, tal vez como tu y yo-. Al terminar de mencionar la frase sonrió y al sonreír cuando me di cuenta la lluvia cesaba. Se paró, se despidió con un gusto en conocerte. Y partió en dirección este. 


Del embeleso seguía allí en una especie de shock, cuando reaccione ya se había ido, pero al otro día indiscutible mente estaría allí esperándola para sacar más información quizás una sonrisa, un café o quizás los dos.

Muy a las 5 de la tarde salí en dirección al parque de nuevo allí con un cuaderno en el cual solo veía que anotaba todo lo que veía. Me acerqué saludando tontamente con mi mano, cuando me reconoció solo alzó un tanto la mano. Y dio una sonrisa de bienvenida. Cuando por fin llegué a su lado. Después de un saludo formal y de una risita dijo:

-De nuevo tú, No esperaba tenerte hoy por acá o quizás si, ya no lo sé, pero me alegra que estés aquí. Siéntate, me tapas la naturaleza-


Conteste, sentándome rápidamente y riendo:

-¿cómo dices?, pensaba venir acá a disfrutar del verano, si tu no quieres que este aquí solo dime,-ambas reímos estruendosamente- y cuando termine observando detenidamente su cuaderno lo arrebate solo diciendo:-quiero ver que haces déjame ver-.

Solo contesto:

-eres muy dramática, me agradas, me recuerdas a una antigua yo-

Cuando vi el cuaderno era un paisaje perfectamente pintado como el que una vez cuando niña había dibujado inmediatamente me desperté. En ese momento solo me asuste y le pregunte cómo había logrado hacer algo así. Me contesto que solo fue parte de su imaginación; un destello. Esto se volvía cada vez más escalofriante mente interesante, Cada vez me atraía más esa mujer. Ella era aquella alma gemela que mi espíritu infelizmente solitario necesitaba. Vio mi manera de ver perpleja el dibujo y solo me preguntó por qué estaba tan impresionada, conteste que eso había sido uno de mis tantos sueños. -hahahaha- esa fue su respuesta además de una pícara mirada. La invite a tomar café, se paró cerró el cuaderno. Tomo de mi brazo. Y dijo solamente:-ok. Te sigo-. 


Llegando al café después de largas horas de estar allí discutiendo me daba cuenta que era una versión oscura de mi propio ser. Era el arte de mi ser interior. De café seguimos con unos tragos, uno que otro cóctel para olvidarnos de penas del pasado o quizás para recordarlo un poco más. 


Recuerdo muy bien como entre tragos, logramos hablar muy bien, y ya poco contenida, logré besarla se sintió tan bien. Fue como besar a alguien casi igual a mi, ella respondió con fuerza, de allí al momento en que llegamos a su casa, fue un tanto confuso, solo recuerdo el beso y ya la próxima escena en su casa sola.

Ya allí ella rompiendo mis ropas y aprovechándose de mi cuerpo. Y yo del de ella, era placentero y todo lo que había deseado pero quería más, besando hasta el último rincón de su cuerpo. Y explorando cada uno de sus puntos de placer. Y ella haciendo lo mismo. Haciéndonos una sola, fuera de estereotipo, fuera de convicciones, solo haciendo que el dulce arte de la pasión, nos dejara llevar. 


Cuando amaneció yo con una suave resaca. Me encontraba en mi cama arropada y desnuda. Allí fue cuando encontré una nota. Que decía, soy tu misma, soy el arte que brota cuando escribes, cada vez que dibujas, que te expresas que cantas o bailas. El motivo y la convicción de tu corazón que te mueve cuando es necesario soy tu musa. Por eso sabías mi nombre antes de conocerme totalmente. Y ahora que lo sabes soy parte de ti, la noche de ayer fue genial. Y jugar con tu memoria temporal fue fascinante. Realmente lo disfrute espero volver en otra forma. Atentamente: tu musa, el arte de tu interior. Posdata, no tengas miedo de expresar tu grandeza, ten miedo el día que la calles de nuevo. 


Al leer eso quede impresionada, había tenido una cita con el arte de mi interior, con la figura de mi arte y la había disfruta me había seducido; Tome un lienzo y comencé a pintar al azar; colores, trazos, parecía una escena, solo me dejé llevar deje que Ella hiciera su trabajo. Y de pronto apareció en el lienzo la figura de una hermosa mujer cabello negro, ojos negros brillantes, Una sonrisa hermosa y peculiar; Era yo y estaba firmado por ella. Allí fue cuando comprendí que éramos una sola, y que ella se había apartado de mí solo porque yo decidí hacerlo, no sé si sea Gabriella o Ella la que escriban esta historia. Solo sé que Gabriella, o ella somos arte y del más puro.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Desde mi cielo.


Aquí en cerrada desde mi cielo donde las bestias se visten de capuchas, donde las maquinas son considerados los mejores y donde la vida es mejor cuando te fumas un porrón, después de largas horas de viaje y de pasar por noches continuas de lágrimas, de desespero descontrolado. Termine aquí donde todo lo que digas esta mal y todo lo que pienses debe ser callado: el miedo a que te maten o te peguen es constante. 
Cuando entras te lo pintan como el paraíso y te das cuenta que las cosas tal vez no son como quieres que sean. Nunca fue el lugar que quisiste y tal vez es una de las peores decisiones que dejaste que tomaran para ti. 
Las manos atadas, el corazón partido y las alas quebradas, cortadas, cual ave fénix encerrada como paloma. Desgastando sus lágrimas porque no encuentra respuestas no tiene alternativas, quemándose una y otra vez tratando de adaptarse, naciendo una y otra vez, todavía sin poder adaptarse sin poder responder, sin poder actuar sintiéndose inútil e impotente. 

Buscando su amante por doquier y si encontrar siquiera una voz que le calme el dolor. Y que calme sus lagrimas. Muriendo para si y llorando hasta desgarrar su garganta. 
Una transformación inminente un cambio no acertado. Una decisión quizás tomada en un momento de euforia, mal tomada. Mucha reflexión en vano. Ojos rojos, voz anudada escondiendo un grito ¡Ya NO MAS!. Y una voz oculta aparentando estar bien. Mirada tan brillante como el cielo de un día de invierno. 
Renuncio se escucha en el cerebro en un pedazo pero otra parte dice continua todavía queda luz. Momentos en que la voz de ella se vuelve intensa y termina por hacerlo. Se deja carcomer por el tiempo y la desesperación y desde su cielo ve el mas dulce fue apagándose a su alrededor . 




sábado, 8 de septiembre de 2012

Sueños Encontrados


Suciedad, bullicio, ruido por doquier; no hay un solo lugar donde sentir cómodo, escuchar tus propios pensamientos- Allí la encontré, en medio de la oscuridad; asustada y tratando de llorar porque no sabia que pasaría, que vendría, una belleza se ojos canela, piel tersa como una porcelana y tierna como una manzana, cabello recogido con signos de rebeldía y una historia que seria digna de escuchar un día. 

Ella tan pequeña y aterrorizada pensando que no tendría nada que hacer y no sabría como llegar, cuando me vio pareció que viera por fin una cara confiable, (no sabia con quien se metía). Cuando se dispuso a preguntarme el camino que le llevaría a su destino las coincidencias se hicieron mayores, (íbamos para el mismo lugar) una charla amena combinada con un poco de flirteo, todo se fue dando. 


Visitábamos los mismos lugares, los mismos círculos, NUNCA nos habíamos visto, era curioso pero excitante; y me encantaba esa cercanía y ese sentimiento de familiaridad, para mi era ingenua o quizás era yo la ingenua. 

El camino se hizo largo y la charla mas profunda el tiempo se resumía en unos cuantos segundo y esa belleza la confundía entre sonrisas. 

Al llegar al aeropuerto la cogí de la mano, la bese y luego me despedí tenía que seguir el camino a mi vuelo y hoy ya hace un año que la tengo a mi lado. Viajábamos a la misma ciudad: Columbia, a trabajar en el mismo laboratorio, de la misma Universidad. Curioso ¿no?

sábado, 4 de agosto de 2012

El crimen perfecto, el misterioso asesino pasional.


Colillas de cigarrillo, un café a medias con unos labios grabados en el borde, un aroma de un perfume inconfundible, mucha ropa y algo de sudor, eso fue lo que quedó en la sala. Todo el pequeño apartamento era un completo desastre pero entre gemidos y gritos se entendían, la escena del crimen fue perfectamente diseñada, perfectamente milimetrada, era más que uno de los tantos episodios de sexo, era la entrega después de tantas noches de sufrir por su belleza, y de buscar formas de encontrarla y de tenerla en su cama, su fantasma se aparecía todos los días en sus sueños y al verla en las mañanas, el deseo incrementaba. 

El caso se hacía complicado para todos los policías, y los espíritus del pasado siempre la confundían, trayendo testigos y personas que decían que era culpable y que la acosaba, merecía un castigo, escuchaba todo esto y solo pensaba: “si supieran que fue ella, la que después de una larga noche se quiso ir, y fue ella la que me mató a mí, con su desaparición fugaz, realmente nunca la entendí cuando estaba viva, era inquieta, aparentemente feliz, impredecible como el mar, y quieta como el viento, ahora que está muerta y que me culpan de eso, es que pienso y logro entenderla; pero yo no lo hice, dentro de mis claros recuerdos, nunca fue así” 

Anne e Isabel, dos desconocidas que un día el destino decidió que se encontraran e hicieran del amor lo que ellas quisieran, o más bien que el amor hiciera con ellas lo que él quisiera, el momento del encuentro fue dulce y dócil, ambas dos mujeres conscientes de su suerte y belleza, pero una con inclinaciones más emocionales. Anne con 22 años de edad se encontraba realizando un papeleo para una beca al igual que Isabel con 24, lo que ambas no sabían era que iban a ser el fin de la otra. 

Isabel de un porte más serio y más fuerte siempre fue entregada a lo que quería, era una mujer imponente, pero nunca pensó caer en los temerosos caminos de la pasión con semejante compañera, de un porte alto y esbelto, elegante a su manera; como siempre solía decirlo, con un cabello castaño que le llegaba a la cintura, con unos acabados ondulados nunca manipulados, ojos negros brillantes, una sonrisa penetrante y tranquilizante, labios de color rosa pálido, todos detalles que además de hacerla atractiva eran confusos para quien la veía, pero fueron los ojos rebeldes de otra mujer que causarían todo como un cambio en el destino de ambas. 

“El día en que la conocí me encontré con una mujer elegante y afable, que al principio además de portar con una apariencia dulce, Anne tenía en su mirada cierto destello de tener un genio incontrolable, pero en esa mirada no solo notaba eso, sino un reflejo completo, como un panorama de todas sus emociones, cuando la conocí esa mirada brillaba, al parecer le agradaba mi presencia: -simplemente estaba haciendo amable- eso pensé, pero su mirada reflejaba cierta felicidad y neutralidad,. Además de ello y de su mirada tan brillante era una mujer de tez blanco como la nieve, labios carnosos, brillantes, y rojos como una cereza, cabello de un color negro azabache sin síntomas de tintes o de algún toque superficial, su liso se notaba que no estaba corrupto por alguna de esas máquinas del infierno que tanto e odiado siempre, una falda desde la cintura hasta debajo de las rodillas, tacones en punta y una camisa muy bonita. 

Fue mi primera opción al entrar al cuarto para saludar y congeniar, desde que entre me impacto, no sé, me deje llevar por su aspecto y su aparente dulzura, nunca supe que iba a terminar en esto.” 

Juntas allí en ese momento y en ese espacio confinadas a esperar un turno para lograr el futuro que tanto anhelaban pero que pronto las acabaría, primero llamaron a Isabel Escandón, digna hija de dos magnates de la ciudad y con ganas de hacer una especialización en lo que tanto amaba: Medicina. Entro a la entrevista y decidida a ganar lo que fuera, pero aun atontada por la belleza de su posible compañera, nunca le había pasado esto: no se la podía sacar de la mente, ya allí y concentrada en hacer su mejor entrevista, y así fue, obteniendo uno de los 20 cupos para esta especialización tan difícil como lo era las ciencias clínicas, lo consiguió, luego de ella, llamaron a Anne Santiago, hija de padres trabajadores y talantes, llenos de orgullo por la única hija que tenían y la única medica en su familia, era una mujer bastante inteligente y dulce y si estaba allí era por sus méritos, al igual que Isabel tenían el mismo sueño, pero nunca se habían conocido y solo en ese momento tan majestuoso se encontrarían. 

“Temblé en el momento de la entrevista me llamaron antes que Anne, pero con toda la fe puesta en todo lo que había estudiado para ello y siendo yo misma, lo intente y lo logré, realmente no fue tan complicado, me lo hicieron sencillo que el instructor fuera tan amable y cordial y congeniará tan rápido con mi personalidad, salí llorando de la felicidad y anunciándole a ella que podía pasar, la iba a esperar, deseaba saber su resultado, cuando salió vi una mirada brillante y hermosa, una sonrisa gigante y mejor que la del saludo: había pasado, desde ese momento supe que las cosas serían distintas con ella 2 años junto a mí”. 

Los días pasaron y se comenzaron a contactar, las vacaciones acababan y ellas ansiosas de comenzar con su especialización e Isabel con ganas de saber aún más y de ser la mejor amiga o tal vez la amante de Anne, con maletas listas y muchas ganas e ilusiones en las puertas del aeropuerto estatal se encontraron, en ese momento las amigas, que luego serían más que eso. 

Durante el viaje se sentaron juntas, una vigilaba el viaje de la otra, el trayecto a Barcelona se tornaba más corto de lo que pensaban, entre charlas y bromas, ya casi finalizando Isabel se quedó dormida y Anne, admiraba a su compañera sentía cierta atracción hacia ella, pero no quería, no debía, decírselo arruinaría todo, o tal vez así lo veía ella, con cuidado y entre pequeñas caricias, ella la admiraba y esos labios rosa pálidos de Isabel los miraba con ternura y pasión que un día desemboco en una tragedia. 

Llegando a Barcelona en la asignación de cuartos, de nuevo el destino hecho sus cartas, juntas de nuevo en un gran internado, por 1 año entero, ambas atraídas y con las mentes dañadas y colmadas con todo lo que podrían hacer juntas en ese tiempo acabarían por ser las mejores amigas. Y así fue, las primeras noches con trabajos por montón, ojeras acumuladas y grandes deseos, siguieron allí, el tiempo paso y así en el hospital comenzaron a trabajar cada día más y más, las clínicas eran complicadas de tratar, y allí fue donde su lazo se incrementó. 


“Anne era bastante atrevida, y ambas estábamos cansadas y queríamos, deseábamos sexo, pero no teníamos con quien, todos los médicos y los incluidos en el programa eran bastante frígidos, y la verdad, muchos nos querían en sus pantalones, éramos del pequeño grupo de las 6 mujeres que entraron al programa, pero nosotras más astutas no dejábamos que nisiquiera nos tocaran y por el momento mi interés no eran ellos, era ella, con el tiempo la desee más y más y ella al parecer también. 

En uno de los cortos días de descanso, después de salir de una fiesta bastante intoxicadas por el alcohol, yendo a casa en el taxi, ella comenzó a jugar con sus dedos en mi entre-pierna, aunque las ganas no me faltaban, intente rechazarla pero para mi suerte conseguimos llegar un poco más lejos. Ya en el apartamento, tambaleando y entre besos disfrutándonos. Me acuerdo que hicimos de la noche una sola, con sus exigencias y con sus gritos de alegría, me consumaba. Al día siguiente con un dolor de cabeza horrible me desperté y la vi allí a mi lado: -¡Por FIN!- eso pensé cuando estaba allí. Cuando se despertó fue más sencillo darnos cuenta de lo que había pasado, lo que sentíamos al respeto, seguimos cumpliendo nuestros caprichos de sexo, fuera en la clínica o en el apartamento, nadie sabía de lo que pasaba entre nosotras, la imagen: “Las mejores amigas” nos cubría. Pero nadie sabía que más allá: compañeras de cama y de corazón eso éramos”. 

Con el pasar de los días, y con repetidos, extraños y sospechosos episodios, descubiertos por sus compañeros en la clínica, lo confesaron: eran amigas y amantes desde hacía rato y en una fiesta lo anunciaron, para unos fue de dicha, mientras que para otros como los padres de Isabel que la visitaron en su estadía, para ellos fue como un baldado de agua fría, pues nunca creyeron que su tan hermosa hija después de haber mostrado desde joven una figura tan heterosexual se revelará y descubriera sus inclinaciones homosexuales, su madre feliz porque su hija era feliz la apoyaba mientras tanto su padre quería llevársela de nuevo a la ciudad, no secundaría más esto. Isabel y su madre lo convencieron y esta se pudo quedar, y aunque ya no era una niña faltaban pocos meses para acabar el internado que el subsidiaba. 

Después de la bomba y del gran problema que tuvo Isabel con sus padres, y ya casi finalizando el internado, todo estaba completo, decidieron vivir allí en Barcelona y hacer su vida juntas, vida que quizás para ambas pronto acabaría. 

“Cuando le dije a mis papás que tenía algo con Anne: “Mi mejor amiga”, a mi papá casi le da un infarto de la irá que tuvo, mi madre siempre sonriente lo convenció de dejarme y terminando por darme la bendición un poco a regaña dientes me dejo quedar y hacer mi vida con Anne. Contratadas por el mejor hospital de Barcelona (a mi parecer), y con aspiraciones a hacer otra especialización después de nuestra residencia, estábamos allí en Barcelona: juntas. 

Pasaron semanas y meses: nos organizábamos más y más, nos amábamos más y todo esto fue resultado de cada pasión y de cada momento, los vecinos se quejaban siempre de los gritos de placer de Anne, era muy escandalosa pero yo la amaba así, así la quería hasta esa noche. 

Los recuerdos son realmente borrosos, recuerdo que llegábamos de una fiesta bastante intoxicada, como siempre estaba ella, le encantaba disfrutar de los cocteles y robarme besos mientras lo hacía, comenzamos con besos y caricias sensibles, pero al parecer querías más, encendí un cigarrillo y le pasé una taza de café para que recobrará el sentido, en el sofá mientras fumaba, cuando termine el 5to cigarro, de repente me beso y comenzamos un idilio de pasión que no termino allí, no recuerdo en que momento dejamos la sala y mucho menos el momento en el que llegamos a la cama, cuando amaneció con la casa vuelta un desastre, me pare para ir a la clínica, y yendo al piso de abajo escuche dos disparos, cuando subí estaba con un arma en las manos, y con sangre por toda la cama, en la cabeza y en el pecho dos orificios que brotaban sangre, inmediatamente llame a una ambulancia y así después de eso el caso se intensifico más y más” 

Después de conocer la noticia de la muerte de Anne, sus padres comenzaron a hacer una indagatoria y presentaron una demanda en contra de Isabel, pues según ellos y muchos era ella la culpable de aquel crimen pasional; por celos, a la mujer que había entregado todo, la escena fue perfectamente sellada y obviamente el arma con huellas de Isabel y de Anne, fue tomada como evidencia. Después de un largo proceso y de darse por aclarada la verdad, cuando liberan a Isabel a los pocos días la encuentran muerta, con una especie de vara de metal clavada en su corazón y con signos de haber sido violada. 

Con la muerte de Isabel, no fue más sino encontrar el responsable de estos actos, que a los pocos días se entregó. Marco, un joven de 26, alto y bastante guapo, ex-novio y ex prometido de Isabel, antes de que ella se fuera al internado en Barcelona, cuando Marco se dio cuenta de la relación de Anne e Isabel, esto le cayó como un torpedo en medio de su corazón, destrozado por la noticia, después de una exhaustiva búsqueda por Isabel por casi todo el mundo, consigue el contacto que lo llevaría con ella, primero tratando de acosarla para que regresarán a su relación y ella negándose, ese mismo día decide destruir a su ex novia y a la mujer que convivía con ella. 

Ya libre de los cargos de la muerte de Anne, Isabel recibe un día la visita de este joven y se da cuenta de todo lo que él hizo con el amor de su vida, inmediatamente lo rechaza y al hacer eso después de una larga tortura, esa misma noche es encontrada Isabel muerta, al parecer Marco hizo lo imposible por entrar en su residencia en la noche y la mata acabando con su locura, llama a la policía informando del cuerpo, en ese momento desaparece, contada una semana se entrega como el culpable de la muerte de Isabel y Anne. 

Hoy está pagando su condena en una cárcel de máxima seguridad en Barcelona, por lo que él dice: “Las vueltas rebeldes del destino, que un día me la dieron y al otro me la quitaron”, Cuando le preguntan si pudiera devolver el tiempo y hacer algo más siempre contesta: “-La tuve en mis manos y la perdí porque se interpuso el destino es ahora cuando quiero no volver el pasado y dejarlo todo así, no lamento nada nisiquiera la noche en que la mate, nisiquiera a la zorra de su novia, solo creo que merezco estar aquí y si pudiera hacerlo lo haría de nuevo, fue el crimen perfecto-”

domingo, 29 de julio de 2012

Locura de Oficina.

Es cuando acerco los dedos a la boca en busca de otro cigarrillo y buscando el humo que se evaporo cuando me doy cuenta que mis labios están partidos y desquebrajados y mirando en un espejo los encuentro sin color, por los besos que se esfumaron y por las caricias que desaparecieron, por las risas que se perdieron y por los momentos que se destruyeron uno a uno, interesante era oír cuando te quejabas y reías y cuando me buscabas y comías a besos en tu cama y en la mía. Cuando deje que las miradas perdieran brillo y cuando el sudor y el placer del sexo se fueron marchitando poco a poco que dejamos de querernos. Sí, eso fue quizás el motivo. 


No era raro encontrarnos en la mesa con la ropa semi puesta, el cabello desorganizado y nuestras faldas desarregladas en uno de esos momentos en que nos cogían con las manos en la masa y nos olvidábamos de lo que pasaba que dejábamos llevarnos por el momento y por las sensaciones, cuando en las noches por más que intentáramos no acércanos por el enojo de una pelea pasajera un buenas noches siempre estaba en nuestras vidas, y un beso sea en la mejilla, frente o boca siempre aparecía a alegrarnos las vidas. 

Tu odio por mis vicios siempre fue infinito siempre quisiste cuartar el vicio de fumar, pero nunca pudiste controlar el vicio mío de amarte sin pensar en el que dirán, eras tan mía cuando yo quisiera y a la hora que quisiera como yo era tan tuya en el momento en que tú lo desearás con la pasión que tu anhelarás, cuando llegábamos al punto en que la pasión rebosaba el amor, te veía un día sexy y al otro día como una usurpadora entre peleas y cariños me ganaste, pero de esa manera me perdiste. ¿Por qué? Eso ahora no lo sé. 

Más bien entre recuerdos quiero consumirte y hacerte de nuevo una en mi cama y sentirte de nuevo una vez más esta noche conmigo y juntando mis recuerdos y tal vez juntando retazos de lo que éramos, de lo que somos y de lo que fuimos. 

Cuando te conocí eras una cosa inalcanzable además de ser el amor de mi vida, eras una confusión en mi mente y algo que me hacía poner un pie en falso cada vez que intentaba negarlo, con tu cabello negro ondeante y brillante perfectamente arreglado como siempre excepto cuando eras víctima de mis ataques y tus caderas torneadas, tus ojos marrón oscuro brillando como siempre y tu sonrisa que reflejaba esa paz que transmitías, aunque pequeña eras o quizás no más alta ni más baja, con una malicia y unos aires de maldad pero con una paz tan interior que te hacia ver completamente inocente y placentera, tan picara como quisieras y tan hermosa como siempre te mostraste, así me fui enamorando sin condiciones. 

La primera vez que te vi, en el fondo de la oficina sentada perfectamente arreglada y hablando en tono modulado, una falda negra que me mato en el momento en que te vi, esas piernas y esa cintura marcada por la misma todo perfectamente arreglado, el cabello arreglado en una coleta alta y con una sonrisa solo diciendo: 

-Hola, buenos días- de lo asombrada de ver todo y verte a ti solo conteste: -Hola, buenos días un gusto, soy Amanda- 

-Eres la nueva ejecutiva, soy Andrea, jefa del departamento de negocios, inmediatamente te muestro todo- invitándome a seguir por el pasillo para mostrarme la oficina donde trabajaría todo fue como tan rápido, y enseñándome toda la oficina y todo, y explicándome todos los procedimientos todo fue tan milimetrado y tan efímero que cuando me dejaste fue muy difícil concentrarme, me dirigí a la oficina del jefe, y con un anunció de la nueva jefe del departamento creativo, ya todo estaba hecho, mantendría allí todo el tiempo dispuesta a saber más de ti. 

Los días pasaron y pasaron y con apoyo de tuyo fuimos haciendo más y más proyectos hasta que nos consideraron un dúo dinámico, mi creatividad y la parte de los negocios todo a la par fueron el cóctel del éxito, para mi trabajar contigo era a veces complicado no podía evitar las ganas de arrancarte la ropa y de hacerte mía pero la paciencia y las ganas de hacer todo como se debía hacer me dieron fuerzas, después de un reconocimiento por un gran negocio que cerramos, una cena fue el detonante, fue allí donde me aproveche y ya fuera de la oficina te pude sacar un poco más de información y de por fin decirte todo lo que sentía. 


Era normal, la reacción que tendrías, alejarte un tanto y casi salir corriendo del restaurante, los días siguientes fueron raros, no nos podíamos mirar siquiera a los ojos, en mi caso tenía vergüenza por lo sucedido y en la tuya al principio no sabía luego lo descubrí todo. Un día sin más que aguantar y más palabras que tragar me acerque y dije: -Andrea, no quería ofenderte con mis sentimientos pero es lo que siento si te incomode lo siento- bajando la cabeza y mirando hacia el suelo y como caían mis lágrimas solo tomaste mi cara y con un tierno y largo beso me respondiste a todo. A todo lo que un día había presentido. 

De allí los días fueron más sencillos, escondiéndonos en el baño de mujeres para besarnos y en las noches en un restaurante cualquiera, en tu casa o en la mía haciendo lo que queríamos, y haciendo que nuestras vidas fueran una sola, nadie de la oficina se podía dar cuenta, entre películas y cenas estábamos siendo “Amigas” pero sabíamos que queríamos algo más, pero que todo debía ser paso a paso y con cautela, fue el día de tu cumpleaños o el mío, la verdad ya no recuerdo no soy buena con las fechas, después de pasar una casi pena delante de tus papás que no sabían que éramos casi una pareja y que casi tu mamá nos descubre besándonos en el baño, ocultándolo con un accidente fue algo muy chistoso. Ya cuando todos se fueron y con excusa de ayudarte a acomodar tu casa, por la fiesta fue que entre lavados de platos y recogiendo todo fue que con pastel nos bañamos y comenzamos a disfrutar de la noche y de nosotras en tu cama, comenzamos arrancarnos la ropa. 

La sinfonía de gritos de placer, combinada con el misterio de las ropas rasgadas y de vernos por fin, fue casi un sueño hecho realidad, entre risitas y cosquillas, besos y caricias, haciendo lo que más nos gustaba, realmente enamoradas, por fin le dimos fin a esa escena que tanto habíamos esperado. Pasando después de meses de que nada se descubriera y todo quedará solo el secreto guardado por nuestros conocidos; nuestras familias no tenían ni idea, solo que éramos dos compañeras de trabajo conocidas como muy buenas amigas, nisiquiera los de la oficina después de tanto que hacíamos allá por más de una ocasión nos intentaron atrapar pero siempre ocultándonos y evitándolo, nunca nos descubrieron o quizás eso pensamos. 

Después de meses de constante armonía y de una relación que cada día crecía más y más una pelea, una disputa por aceptarnos y darnos nuestro lugar nos separó y es aquí con el cigarrillo que tanto odias, y con el estado deprimente que tanto desprecias ver en mí, y añorando una noche más de que tu estés aquí en mi cama haciéndome tuya, es cuando se haga público lo nuestro que podremos saber qué es lo que queremos. 

Días después de todo esto nos reunieron una vez más en el trabajo, y ya con más situaciones incomodas e imperfecciones después de un tiempo de estar distantes decidimos aceptarlos, yo dejando el vicio del cigarrillo y Andrea aceptando su bisexualidad y dando paso a su amor, comenzaron a ser mejores cada día más y ahora juntas y casadas disfrutan de su vida y piensan ser madres de una bebe que en su vientre lleva Andrea. 

Al escuchar la noticia muchos se impactaron, otros lo sospechaban y otros solo se alegraron de que por fin lo hacíamos público, para la familia de Andrea fue difícil pero ya nos conocían y sabían lo feliz que nos hacía el estar juntas, por último lo aceptaron, todo encajaba y es hoy cuando la amo más que nunca y con todos los vicios y peleas el sexo se hace cada vez más interesante y quiero aprender a amarla más y más cada día redescubriéndola más y más.

jueves, 19 de julio de 2012

Fidelidad: Locura al Límite


-Creo que estoy escuchando un ruido, está en el fondo, viene de una habitación trasera. Lo sé puedo sentirlo, suena como a alguien agobiado-. 

Allí interviene la mujer, algo nerviosa pero intentando mantener todo en calma, todo bajo control: -solo es el abuelo que está bastante enfermo pronto morirá no te preocupes-. 

-¿Lo puedo ver?, me gusta hacer visita a los enfermos-. 

-No, no querida Amelia, ¡¿Cómo se te ocurre semejante cosa?! (Titubeando y pensando) a él no le gusta ver a ninguna persona, no te preocupes. Gracias por tu intención, Un gusto a verte visto el día de hoy-. 

-Oye, pero no quisiera irme pero como tienes que atender a tu abuelo, te dejo sola. Mañana nos vemos, vale. Bye-. 

Al ver la salida la mujer cambia su expresión bastante enojada, y corre al fondo a la derecha, baja las gradas y así llega al sótano, un hombre amordazado y sentado en una silla haciendo muecas de dolor, con sangre en la cara, la camisa manchada, Jeans rotos, y en su cara expresiones de dolor y de sufrimiento, ella comienza a rodearlo a tocarlo, a abrazarlo, en tanto le quita la mordaza. -¿Cómo se te puede ocurrir comenzar a hacer ruido justo cuando tenemos visitas?, Amor. Estas aquí por la última vez que lo hiciste mal- tocándole una herida en el brazo derecho y besándola, el respondiendo con una mueca de dolor: -¡Eres una maldita y cuando salga de aquí NUNCA me volverás a ver!- cambiando la expresión de su cara:-¿Quién dijo que saldrías de aquí? O bueno saldrás pero muerto, y yo contigo O quizás solo tú, pero en una bolsa blanca, pagarás por cada infidelidad y cada momento en el cual no me sentí cómoda contigo, mientras los otros no se dan cuenta de donde estas-. Él contesta: -Va a ver un momento en que a alguien le importe donde estoy y el ver que no estoy por ninguna parte y tú; serás la primera en ser implicada. Todos saben que estás loca-. Se oye una bofeteada, y un grito fuerte, ella sonriente solo dice: -Por ahora procura que cuando tengamos o mejor tenga visitas no hacer ruido no te quiero hacer más daño, cariño-.


Poniendo de nuevo la mordaza sale del sótano, con una gran sonrisa en la cara, y con una muestra de satisfacción como si hubiera cumplido la labor de su día va a su cuarto y sus tacones de mujer ejecutiva los retira, pasa a las pantuflas, todo es normal, la escena del momento anterior parece no haberla afectado en lo absoluto es como si nunca hubiera sucedido, en la cocina hace una fabulosa cena para dos, sirve ambos platos en la mesa, ambos lugares. Suena el timbre y allí esta una mujer. Hermosa algún hallazgo, una cita. Cabello largo negro, ojos negro brillante, un cuerpo digno de una mujer modelo acompañado de un vestido azul ceñido al cuerpo, unos tacones, perfectamente maquillada, era perfecta; la anfitriona de la cena, un vestido negro corto, tacones de punta, cabello recogido, una pulsera de oro en la mano izquierda, ella era también hermosa, cabello castaño, ojos marrón y un cuerpo bastante hermoso, ambas dos mujeres bastante hermosas allí, el aroma de la noche destilaba sexo por doquier. Cuando la mujer entro por la puerta una botella de vino portaba, con un beso en la mejilla y tomándola del brazo la atrajo hacía adentro: -¿Por qué tardaste tanto?, la cena esta lista-, un beso en el cuello y un me encanta tu perfume fue toda la respuesta. Ambas sentadas disfrutando de la comida, exitándose la una a la otra, riendo a carcajadas, disfrutando el vino, cuando pregunta la invitada: -¿y el postre?- contesta la otra: -Mi postre serás tú y el tuyo seré yo, acompañame tengo una sorpresa para ti-.




Ambas bajan las gradas del fondo que conducen al sótano en un balance entre besos y caminar. Tratando de quitarse los vestidos, y haciendo que la una se estremeciera y la otra gritará, cuando por fin abajo, se encuentran con el hombre atado. Ella aterrorizada solo se suelta y comienza a hacer preguntas al azar y a asustarse a gritar. El hombre atado y semi muerto lo conocía, fue su amante durante mucho tiempo. No sé explicaba como ambos llegaron allí, y él porque estaba así. Tocando un punto nervioso la mujer sonriendo la durmió. He hizo lo mismo que con él, la ató, pero a ella semi desnuda a un asiento, ambos frente a frente. Cuando ella despertó contenida por la mordaza no podía hablar mucho menos gritar. Y la otra mujer en ropa interior y riendo como una loca solo decía una y otra vez: -al fin los tengo, al fin los tengo a los dos, PAR DE INFIELES, par de escorias, se burlaron de mí, siendo pareja todo este tiempo, y yo en casa enamorada de un idiota como tu (Señalando al hombre), cuando te encontré a ti fue todo perfecto ¿Sabes? Fuiste más fácil de seducir de lo que pensaba-. Ambos asustados, y bastante conmocionados haciendo muecas de dolor, ella ya tenía heridas, frente a frente solo no sabían que hacer, estaban enfrentados a una loca, una loca con una mente macabra y con un cuerpo perfecto. Fue allí cuando ella también comenzó a desvestirlo a él, en esto comenzaron a verse todas las heridas, todas las Llagas, ella mientras él hacía muecas de dolor solo reía, la otra solo lloraba, de pronto comenzó de nuevo a hablar:- Bueno vamos a hacer un juego donde yo los mato y luego gozó con ello ok, comencemos contigo pequeña y hermosa Isabel-, Quitandole las bragas, comenzó a besar todas sus piernas, la mujer solo lloraba, y pataleaba nada podía hacer estaba atada pies manos y tronco.



Llego a la entrepierna y se detuvo tomo un puñal y comenzó a rozarlo por todo ello, la mujer solo lloraba más y más, el desespero era mucho, ambos olían la muerte. El dio un grito entre seco ella se detuvo y fue a donde él se encontraba: -ahh, ¿quieres que empiece contigo?, Muy bien-, tocando y morboseando impregnando su saliva por todo el, toma el puñal y lo clava muy cerca a la entrepierna pero no en el sexo: -hahaha, por poco acabo con mi diversión, aún mereces más sufrimiento será turnado ¿ok?- el haciendo un gesto de dolor y su sangre brotando por toda la sombría habitación. Ella se sienta en las piernas de la mujer, diciendo: -Tu punto débil es el cuello, ¿no es verdad?-. Dando besos allí en el cuello, y sin poder contener las lágrimas intenta desatarse, cuando de pronto su muñeca se corta con la dureza de la soga: -No te hagas más daño mi corazón, yo te mataré de todas formas-, La sangre brota y ella con el puñal allí ensangretando se lo clava en el brazo, quita el sostén, La Victima está completamente desnuda palpa sus senos en su cara un sentimiento de placer, de morbo, está jugando con ella. Ambas cubiertas de sangre. Ella sigue besándole los senos: 

-Estas operada ¿verdad?, vamos a comprobarlo-, clavando el puñal en el seno derecho. – ahh que lastima era natural-. Más sangre más entre ambas, más dolor para Isabel. Lágrimas todo el rímel corrido. Le quito la mordaza, y dijo tal vez te salve si lames mi sexo, en una posición extraña logro que esto pasará, y ya bastante excitada, Isabel grito: -Lo hice, ahora suéltame-, una risa y una frase: -Pobre y pequeña Isabel que crédula y satisfactoria eres, pero ya me divertí un rato contigo, y ya me cansé muere-. Terminando de decir esto y con un grito entorpecido Le clavó el puñal en el pecho justo en el medio. Toco su sexo una vez más antes de que muriera y Dijo: - eras realmente hermosa ya entiendo el porque me fue infiel, pero bueno tal vez vayas al cielo, o tal vez me hagas compañía en el infierno-. Dándole un beso en la boca pálida y muerta de Isabel, y viendo toda la sangre que tenía en su cuerpo se dirigió a él: -Ahora vas tú, vamos a divertirnos un rato-. El solo contesto: - No voy a caer de nuevo en tu juego no seré como Isabel, ya la mataste, sabes que yo te amo y que no te puedo dejar, calmate, te complazco un rato, y olvidamos esto que te parece-. 


-¡NO!, tu vas a pagar por lo que hiciste nadie me es infiel, ¡Nadie!, ¿comprendes?, vamos a jugar un rato y luego puff te mueres, ¿Sabes? Yo te amé Sergio, di todo de mí para que esto funcionará pero no fue suficiente así que pagarás esto-. 

Toco una y otra vez el sexo de Sergio, lo introdujo dentro de sí misma, unas cuatro o 5 veces entra y sale, más tiempo, mejores condiciones. Ya es suficiente fue nuestro último adiós lo besó y le corto el sexo, sangre broto, por montones. Gritos de él, más y más sangre, dolor y angustia, muerte, sangre y ella solo reía. 

-Nunca te fui fiel porque desde un principio supe que estabas algo loca y eras neurótica, pero nunca pensé llegar hasta este punto, disfrutaré el infierno sin ti maldita bruja-. Y allí cayó inconsciente. Ella llorando y riendo solo podía pensar y decir: -Pero soy la mujer perfecta, soy la mujer perfecta, ¡SOY LA MUJER PERFECTA!-, dando vueltas en el sótano se quedó allí sentada en un rincón. 

Al otro día los vecinos no vieron a ninguno de los enamorados, y Amelia, la mujer que los había visitado en el día anterior, recordó la llave de seguridad que estaba escondida entre el tapete. Entraron, todos alarmados, llamaron a la policía, cuando la policía registro la casa y encontró en el sótano de la casa, dos mujeres muertas y un hombre descuartizado. 

Al día siguiente el veredicto de la policía identificando a los 3 cuerpos muertos en la casa en ese temeroso episodio y un video que mostraba la muerte de los 3: Alicia Santo Domingo Impactada por una bala que acabó con su cráneo y comprometió cabeza y órganos de los sentidos superiores. Isabel Prada, Impactada por un arma blanca, múltiples cortadas y atada en una silla, producto de un homicidio agravado, y Sergio Chávez, descuartizado, miembro a miembro. 

En el video se veía la muerte de Isabel, Sergio y como fue descuartizado y por último la muerte de Alicia que con una profunda confesión tomo un arma y al final del video se disparó a sí misma, El fiscal que le entregó la historia oficial a las tres familias declaro que fue una de las muertes más Horribles que haya visto en su vida; todo producto de una infidelidad, y de una mente insana y malcriada. 

Del video se pudo rescatar las últimas palabras de Alicia: -Los Límites a los que te lleva el amor insano y el creer que todo está en tus manos son extremos, yo creí que me amaba pero me traicionó no merezco estar aquí, el dolor no me dejaría continuar por eso Adiós-. Y allí fue cuando el impacto de bala se escuchó la cámara cayo y nada más se vio.

lunes, 9 de julio de 2012

Silencio: La habitación se destruye




Silencio, nada hará que lo recuerde. No pienso que el pasado lo haga y que el lugar lo aliente. Silencio para la verdad; el fallará y ella lo acabará llevándolo a la maldad. Silenció, el viento se lo llevará; la vida lo atrapará, lo seducirá una vez más. No habrá nada que lo detenga no habrá nada que lo conduela, nada lo hará recordar, nada lo haga sobrevivir. 

Aunque en el cuarto ellos están, quien lo habita es el silencio. Mirarse ni siquiera es suficiente. Palabras impronunciadas, balbuceantes.  Reclamos exagerados, todos ellos en silencio, nadie grita, nada queda. Se pueden escuchar sus corazones quebrándose. Los lazos rompiéndose.
Mudos se quedan, mudos se proyectan, mudos se destruyen, mudos se matan, optan por quedar así, se pierden en caminos que no sabrán recorrer. Se odian a muerte, pierden la batalla y al estar frente a frente se observan todo el dolor y se guardan todas las cosas que nunca tendrán la valentía para decirse. 

Pausa. Oyen un ruido y extrañados se miran.
-¿Acaso no ordené silencio?, ¿es mucho pedir?-.
El sonido comienza a crecer y a crecer, son sus voces, aquellas que fueron perdiendo. Aterrados, por el sonido de sus discusiones y de sus disputas, se han de quedar absortos. Observándose y diciendose ahora con la luz de sus ojos y las lágrimas incipientes: -¿Qué nos pasó?
Al no hablar, siguen en pie, disimulando, actuando como si nada hubiesen escuchado. Como si nada se hubiera presenciado, como si nunca hubiera pasado nada, viviendo ese presente allí esperando el momento de que todo se caiga.



La luz filtrada muestra el escozor quebradizo en los ojos de ella, una sonrisa fingída, mientras sus brazos desatados se aferran fuertemente en un cruce, resguardandose de la gélida indiferencia que el profesa. Sus brazos cruzados simulando fortaleza, la cara en alto tratando de retarla, sabe interpretar muy bien su papel pero muy dentro le duele tanto como a ella. Ambos sufren, pero debe continuar mostrando fuerza, "los hombres no lloran y las mujeres no discuten".  

No hay más tiempo, el silencio los acaba y por fin el lazo se rompe, el frío se acerca y la relación se destruye, las paredes se caen. Llega el momento, no hay más paredes, al parecer el silencio acalla el estruendo. Ninguno de los dos lo ve. Sigue, silencio, alguno se tiene que acordar del pasado, alguno tiene que invocar sus recuerdos, es necesario para ambos recuperar aunque sea un poco de lo mucho perdido. La habitación se sigue destruyendo, ambos parados en medio, siguen mirándose sin hacer nada siquiera salir, piensan que el silencio los salvará o tal vez la nube de simulada paz.




Continúan así. Ella resiste, aunque no puede controlarse más, las lágrimas brotan y caen por sus mejillas formando pequeños caminos que comparados al dolor que siente son incipientes. El continúa con sus brazos cruzados, con su gélida mirada, su cabeza en alto y retándola, a que deje de llorar y lo afronte, este es su final, aun así una parte de él la miraba con cierta piedad.  Reinaba aún el silencio, las discusiones callaron y seguían allí rechanzándose en sus burbujas. Cuando reaccionaron era tarde, el daño se encontraba hecho y no había vuelta atrás, para ella. De pronto se encontraban frente a dos caminos, por la derecha e izquierda, ella sigue por derecha y el por izquierda, nunca más queriendose encontrar, quizá en un atajo o un "Shortcut" para ver como iba la vida del otro, para dañar el nervio y destruir cualquier ilusión.  Destruyendo cualquier posibilidad de que la habitación alguna vez debió no dejarse destruir.

Caminos separados, vidas iguales, amores similares, Silencio. Dos corazones solitarios y doloridos. Silencio, dos corazones quebrados y una habitación destruida. Una amistad pérdida, una complicidad aplastada. De nuevo dos corazones más solitarios en el mundo perdidos entre ellos, en un mundo que los hará pedazos si no reaccionan.

Silencio, el luto por algo que se perdió, un amor que se descuidó. Sonrisas imperfectas y caminos alejados. Tiempo juntos terminados en la basura. Ninguno de los dos lo recordó ambos se dejaron perder por inmadurez. Y ahora destrozados siguen en un mundo que no perdona ni da buen a paso a quien no recuerda su pasado.




jueves, 5 de julio de 2012

Seducción Letal: Un cóctel de feromonas al azar.



Era tarde lo sabía porque la noche cada vez estaba más fría y más oscura pero la luna más brillante, no tenía teléfono ni reloj pues fue la primera regla sin nada de eso para la fiesta, estaba algo confundida por todo el licor que había ingerido entre tantas apuestas, y algunas pastillas diluidas entre coctel y coctel que me servían, había sido siempre la niña perfecta supuse que mi teléfono tenía mil llamadas perdidas y una que otro mensaje de voz de mi mamá pero esa era la noche en la que acabaría seducida. No pude mantener la compostura, toda mi vida encerrada tras los libros ese día fui corrompida, fui seducida por la música, el licor y supongo que esas drogas que añadieron mis amigos al alcohol. 

Todos perdíamos el control, las hormonas se sentían a flor de piel, unos excitados ya acababan en la cama o en el suelo, entre ebria y confundida allí estábamos quitándonos hasta el último pedazo de dignidad que nos quedaba entre risas y palabras, bailando con la luz de la luna y el humo de animación del lugar. Todo era tan bohemio y tan nocturno de pronto cuando retome mi conciencia y me di cuenta, estaba tan mareada y la música sonaba tan alto que yo no coordinaba. Salí de allí asustada y otra copa de licor me tenían preparada, decidí no recibir, una amiga de un amigo termino por seducirme y entre palabras me saco de la fiesta, más drogada se encontraba y yo muy confundida y asustada, accedí a tomarme otro trago fue como si las feromonas de ambas se combinarán y crearan la mezcla perfecta y sexual para esa noche maravillosa. 


De un momento a otro me robo un beso y yo se lo respondí con fuerza comenzó a tocarme toda y a aprovecharse de mi embriaguez y yo de la de ella, todo era perfectamente armónico entre besos me llevo hasta un taxi y de allí a su casa, en el taxi entre toqueteos y uno que otro beso, me termino por excitar, llegando a su casa, ambas ebrias y sedientas de sexo, nuestras hormonas lo ordenaban, nuestros cuerpos se deseaban, comenzamos con besos y luego de besos seguimos en el cuello, no recuerdo como terminamos en su cama, ella destrozando mi ropa y besando cada extremo de mi cuerpo, yo excitada por esa mujer solo la veía con placer, mientras mordía mis labios para no hacer ningún ruido ella solo consentía mis placeres más escondidos. 

Cuando retiro mi blusa todo extremadamente sensual, me tomo por la cintura sonrió pícaramente y acabó por entre caricias quitándomela, palpo mis senos aun con el sostén, y decidió removerlo, en respuesta a ello quite su blusa y repetidamente quite su sostén mordí uno de sus sostén con uno de sus gritos de placer agarro mi mentón y lo beso, hizo lo mismo me tiro a la cama una vez más, era una mujer muy fuerte pero hermosa y candente, recorriendo desde mi boca pasando por mis senos y todo mi abdomen llego a mi falda no se y no entiendo el momento en que la retiro no la sentí o siento que la ayude de todas formas da igual comenzó a jugar con su lengua en todas partes en mi entrepierna las acaricio y condenó, un poco más consciente de lo que pasaba aunque endulzada por el placer, tome el control y fue el momento de que ella se venciera ante mi tome sus jeans y los quite, en su entrepierna comencé a jugar y a acariciar y sus senos volví a palpar. 


Ella solo se estremecía de placer solo se retorcía un poco más ante cada caricia, parecía que todo el tiempo que me había conocido me hubiera deseado y así era, desde el momento que la vi me impacto su belleza pero no era lo suficientemente abierta para decirlo, y ella parece que sintió lo mismo. Ya ambas en ropa interior, solo jugando con nuestros senos por miedo a que la otra acabara por asustarse ella que era más atrevida comenzó a jugar de nuevo y con sus labios comenzó a causar placer en mi entre pierna y en lo que dijera todo mi ser, ya no bastaba con que mordiera mis labios para evitar exclamar los gritos de placer ya era mucho lo que sentía, adentro y afuera, frio combinado con lo ardiente de mi entrepierna fue una combinación genial, sintiendo que ya me había hecho sentir más solo sonrío y me beso de nuevo. 


Dispuesta a hacerla pagar descendí por su cuerpo con un camino de besos desde su boca hasta su entrepierna, hice movimientos que nunca entendí con mi lengua y ayudada por mis manos solo la acariciaba y la palpaba, ella retorciéndose y mordiéndose los labios, moviendo las piernas, sudando ambas, solo llego un momento en el que grito ella deseaba ser seducida y deseaba seducirme para ella esa fue la noche. Termine por besarla después de tanto sudar. Nunca pensé ser seducida por una mujer, pero esta vez me encanto ese coctel de feromonas sexual y esas ganas de acabar en la boca y brazos de mi igual, fue una seducción letal, que me gustaría repetir sin duda, con alguien muy similar.