-Creo que estoy escuchando un ruido, está en el fondo, viene de una habitación trasera. Lo sé puedo sentirlo, suena como a alguien agobiado-.
Allí interviene la mujer, algo nerviosa pero intentando mantener todo en calma, todo bajo control: -solo es el abuelo que está bastante enfermo pronto morirá no te preocupes-.
-¿Lo puedo ver?, me gusta hacer visita a los enfermos-.
-No, no querida Amelia, ¡¿Cómo se te ocurre semejante cosa?! (Titubeando y pensando) a él no le gusta ver a ninguna persona, no te preocupes. Gracias por tu intención, Un gusto a verte visto el día de hoy-.
-Oye, pero no quisiera irme pero como tienes que atender a tu abuelo, te dejo sola. Mañana nos vemos, vale. Bye-.
Al ver la salida la mujer cambia su expresión bastante enojada, y corre al fondo a la derecha, baja las gradas y así llega al sótano, un hombre amordazado y sentado en una silla haciendo muecas de dolor, con sangre en la cara, la camisa manchada, Jeans rotos, y en su cara expresiones de dolor y de sufrimiento, ella comienza a rodearlo a tocarlo, a abrazarlo, en tanto le quita la mordaza. -¿Cómo se te puede ocurrir comenzar a hacer ruido justo cuando tenemos visitas?, Amor. Estas aquí por la última vez que lo hiciste mal- tocándole una herida en el brazo derecho y besándola, el respondiendo con una mueca de dolor: -¡Eres una maldita y cuando salga de aquí NUNCA me volverás a ver!- cambiando la expresión de su cara:-¿Quién dijo que saldrías de aquí? O bueno saldrás pero muerto, y yo contigo O quizás solo tú, pero en una bolsa blanca, pagarás por cada infidelidad y cada momento en el cual no me sentí cómoda contigo, mientras los otros no se dan cuenta de donde estas-. Él contesta: -Va a ver un momento en que a alguien le importe donde estoy y el ver que no estoy por ninguna parte y tú; serás la primera en ser implicada. Todos saben que estás loca-. Se oye una bofeteada, y un grito fuerte, ella sonriente solo dice: -Por ahora procura que cuando tengamos o mejor tenga visitas no hacer ruido no te quiero hacer más daño, cariño-.
Poniendo de nuevo la mordaza sale del sótano, con una gran sonrisa en la cara, y con una muestra de satisfacción como si hubiera cumplido la labor de su día va a su cuarto y sus tacones de mujer ejecutiva los retira, pasa a las pantuflas, todo es normal, la escena del momento anterior parece no haberla afectado en lo absoluto es como si nunca hubiera sucedido, en la cocina hace una fabulosa cena para dos, sirve ambos platos en la mesa, ambos lugares. Suena el timbre y allí esta una mujer. Hermosa algún hallazgo, una cita. Cabello largo negro, ojos negro brillante, un cuerpo digno de una mujer modelo acompañado de un vestido azul ceñido al cuerpo, unos tacones, perfectamente maquillada, era perfecta; la anfitriona de la cena, un vestido negro corto, tacones de punta, cabello recogido, una pulsera de oro en la mano izquierda, ella era también hermosa, cabello castaño, ojos marrón y un cuerpo bastante hermoso, ambas dos mujeres bastante hermosas allí, el aroma de la noche destilaba sexo por doquier. Cuando la mujer entro por la puerta una botella de vino portaba, con un beso en la mejilla y tomándola del brazo la atrajo hacía adentro: -¿Por qué tardaste tanto?, la cena esta lista-, un beso en el cuello y un me encanta tu perfume fue toda la respuesta. Ambas sentadas disfrutando de la comida, exitándose la una a la otra, riendo a carcajadas, disfrutando el vino, cuando pregunta la invitada: -¿y el postre?- contesta la otra: -Mi postre serás tú y el tuyo seré yo, acompañame tengo una sorpresa para ti-.
Ambas bajan las gradas del fondo que conducen al sótano en un balance entre besos y caminar. Tratando de quitarse los vestidos, y haciendo que la una se estremeciera y la otra gritará, cuando por fin abajo, se encuentran con el hombre atado. Ella aterrorizada solo se suelta y comienza a hacer preguntas al azar y a asustarse a gritar. El hombre atado y semi muerto lo conocía, fue su amante durante mucho tiempo. No sé explicaba como ambos llegaron allí, y él porque estaba así. Tocando un punto nervioso la mujer sonriendo la durmió. He hizo lo mismo que con él, la ató, pero a ella semi desnuda a un asiento, ambos frente a frente. Cuando ella despertó contenida por la mordaza no podía hablar mucho menos gritar. Y la otra mujer en ropa interior y riendo como una loca solo decía una y otra vez: -al fin los tengo, al fin los tengo a los dos, PAR DE INFIELES, par de escorias, se burlaron de mí, siendo pareja todo este tiempo, y yo en casa enamorada de un idiota como tu (Señalando al hombre), cuando te encontré a ti fue todo perfecto ¿Sabes? Fuiste más fácil de seducir de lo que pensaba-. Ambos asustados, y bastante conmocionados haciendo muecas de dolor, ella ya tenía heridas, frente a frente solo no sabían que hacer, estaban enfrentados a una loca, una loca con una mente macabra y con un cuerpo perfecto. Fue allí cuando ella también comenzó a desvestirlo a él, en esto comenzaron a verse todas las heridas, todas las Llagas, ella mientras él hacía muecas de dolor solo reía, la otra solo lloraba, de pronto comenzó de nuevo a hablar:- Bueno vamos a hacer un juego donde yo los mato y luego gozó con ello ok, comencemos contigo pequeña y hermosa Isabel-, Quitandole las bragas, comenzó a besar todas sus piernas, la mujer solo lloraba, y pataleaba nada podía hacer estaba atada pies manos y tronco.
Llego a la entrepierna y se detuvo tomo un puñal y comenzó a rozarlo por todo ello, la mujer solo lloraba más y más, el desespero era mucho, ambos olían la muerte. El dio un grito entre seco ella se detuvo y fue a donde él se encontraba: -ahh, ¿quieres que empiece contigo?, Muy bien-, tocando y morboseando impregnando su saliva por todo el, toma el puñal y lo clava muy cerca a la entrepierna pero no en el sexo: -hahaha, por poco acabo con mi diversión, aún mereces más sufrimiento será turnado ¿ok?- el haciendo un gesto de dolor y su sangre brotando por toda la sombría habitación. Ella se sienta en las piernas de la mujer, diciendo: -Tu punto débil es el cuello, ¿no es verdad?-. Dando besos allí en el cuello, y sin poder contener las lágrimas intenta desatarse, cuando de pronto su muñeca se corta con la dureza de la soga: -No te hagas más daño mi corazón, yo te mataré de todas formas-, La sangre brota y ella con el puñal allí ensangretando se lo clava en el brazo, quita el sostén, La Victima está completamente desnuda palpa sus senos en su cara un sentimiento de placer, de morbo, está jugando con ella. Ambas cubiertas de sangre. Ella sigue besándole los senos:
-Estas operada ¿verdad?, vamos a comprobarlo-, clavando el puñal en el seno derecho. – ahh que lastima era natural-. Más sangre más entre ambas, más dolor para Isabel. Lágrimas todo el rímel corrido. Le quito la mordaza, y dijo tal vez te salve si lames mi sexo, en una posición extraña logro que esto pasará, y ya bastante excitada, Isabel grito: -Lo hice, ahora suéltame-, una risa y una frase: -Pobre y pequeña Isabel que crédula y satisfactoria eres, pero ya me divertí un rato contigo, y ya me cansé muere-. Terminando de decir esto y con un grito entorpecido Le clavó el puñal en el pecho justo en el medio. Toco su sexo una vez más antes de que muriera y Dijo: - eras realmente hermosa ya entiendo el porque me fue infiel, pero bueno tal vez vayas al cielo, o tal vez me hagas compañía en el infierno-. Dándole un beso en la boca pálida y muerta de Isabel, y viendo toda la sangre que tenía en su cuerpo se dirigió a él: -Ahora vas tú, vamos a divertirnos un rato-. El solo contesto: - No voy a caer de nuevo en tu juego no seré como Isabel, ya la mataste, sabes que yo te amo y que no te puedo dejar, calmate, te complazco un rato, y olvidamos esto que te parece-.
-¡NO!, tu vas a pagar por lo que hiciste nadie me es infiel, ¡Nadie!, ¿comprendes?, vamos a jugar un rato y luego puff te mueres, ¿Sabes? Yo te amé Sergio, di todo de mí para que esto funcionará pero no fue suficiente así que pagarás esto-.
Toco una y otra vez el sexo de Sergio, lo introdujo dentro de sí misma, unas cuatro o 5 veces entra y sale, más tiempo, mejores condiciones. Ya es suficiente fue nuestro último adiós lo besó y le corto el sexo, sangre broto, por montones. Gritos de él, más y más sangre, dolor y angustia, muerte, sangre y ella solo reía.
-Nunca te fui fiel porque desde un principio supe que estabas algo loca y eras neurótica, pero nunca pensé llegar hasta este punto, disfrutaré el infierno sin ti maldita bruja-. Y allí cayó inconsciente. Ella llorando y riendo solo podía pensar y decir: -Pero soy la mujer perfecta, soy la mujer perfecta, ¡SOY LA MUJER PERFECTA!-, dando vueltas en el sótano se quedó allí sentada en un rincón.
Al otro día los vecinos no vieron a ninguno de los enamorados, y Amelia, la mujer que los había visitado en el día anterior, recordó la llave de seguridad que estaba escondida entre el tapete. Entraron, todos alarmados, llamaron a la policía, cuando la policía registro la casa y encontró en el sótano de la casa, dos mujeres muertas y un hombre descuartizado.
Al día siguiente el veredicto de la policía identificando a los 3 cuerpos muertos en la casa en ese temeroso episodio y un video que mostraba la muerte de los 3: Alicia Santo Domingo Impactada por una bala que acabó con su cráneo y comprometió cabeza y órganos de los sentidos superiores. Isabel Prada, Impactada por un arma blanca, múltiples cortadas y atada en una silla, producto de un homicidio agravado, y Sergio Chávez, descuartizado, miembro a miembro.
En el video se veía la muerte de Isabel, Sergio y como fue descuartizado y por último la muerte de Alicia que con una profunda confesión tomo un arma y al final del video se disparó a sí misma, El fiscal que le entregó la historia oficial a las tres familias declaro que fue una de las muertes más Horribles que haya visto en su vida; todo producto de una infidelidad, y de una mente insana y malcriada.
Del video se pudo rescatar las últimas palabras de Alicia: -Los Límites a los que te lleva el amor insano y el creer que todo está en tus manos son extremos, yo creí que me amaba pero me traicionó no merezco estar aquí, el dolor no me dejaría continuar por eso Adiós-. Y allí fue cuando el impacto de bala se escuchó la cámara cayo y nada más se vio.
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