jueves, 5 de julio de 2012

Seducción Letal: Un cóctel de feromonas al azar.



Era tarde lo sabía porque la noche cada vez estaba más fría y más oscura pero la luna más brillante, no tenía teléfono ni reloj pues fue la primera regla sin nada de eso para la fiesta, estaba algo confundida por todo el licor que había ingerido entre tantas apuestas, y algunas pastillas diluidas entre coctel y coctel que me servían, había sido siempre la niña perfecta supuse que mi teléfono tenía mil llamadas perdidas y una que otro mensaje de voz de mi mamá pero esa era la noche en la que acabaría seducida. No pude mantener la compostura, toda mi vida encerrada tras los libros ese día fui corrompida, fui seducida por la música, el licor y supongo que esas drogas que añadieron mis amigos al alcohol. 

Todos perdíamos el control, las hormonas se sentían a flor de piel, unos excitados ya acababan en la cama o en el suelo, entre ebria y confundida allí estábamos quitándonos hasta el último pedazo de dignidad que nos quedaba entre risas y palabras, bailando con la luz de la luna y el humo de animación del lugar. Todo era tan bohemio y tan nocturno de pronto cuando retome mi conciencia y me di cuenta, estaba tan mareada y la música sonaba tan alto que yo no coordinaba. Salí de allí asustada y otra copa de licor me tenían preparada, decidí no recibir, una amiga de un amigo termino por seducirme y entre palabras me saco de la fiesta, más drogada se encontraba y yo muy confundida y asustada, accedí a tomarme otro trago fue como si las feromonas de ambas se combinarán y crearan la mezcla perfecta y sexual para esa noche maravillosa. 


De un momento a otro me robo un beso y yo se lo respondí con fuerza comenzó a tocarme toda y a aprovecharse de mi embriaguez y yo de la de ella, todo era perfectamente armónico entre besos me llevo hasta un taxi y de allí a su casa, en el taxi entre toqueteos y uno que otro beso, me termino por excitar, llegando a su casa, ambas ebrias y sedientas de sexo, nuestras hormonas lo ordenaban, nuestros cuerpos se deseaban, comenzamos con besos y luego de besos seguimos en el cuello, no recuerdo como terminamos en su cama, ella destrozando mi ropa y besando cada extremo de mi cuerpo, yo excitada por esa mujer solo la veía con placer, mientras mordía mis labios para no hacer ningún ruido ella solo consentía mis placeres más escondidos. 

Cuando retiro mi blusa todo extremadamente sensual, me tomo por la cintura sonrió pícaramente y acabó por entre caricias quitándomela, palpo mis senos aun con el sostén, y decidió removerlo, en respuesta a ello quite su blusa y repetidamente quite su sostén mordí uno de sus sostén con uno de sus gritos de placer agarro mi mentón y lo beso, hizo lo mismo me tiro a la cama una vez más, era una mujer muy fuerte pero hermosa y candente, recorriendo desde mi boca pasando por mis senos y todo mi abdomen llego a mi falda no se y no entiendo el momento en que la retiro no la sentí o siento que la ayude de todas formas da igual comenzó a jugar con su lengua en todas partes en mi entrepierna las acaricio y condenó, un poco más consciente de lo que pasaba aunque endulzada por el placer, tome el control y fue el momento de que ella se venciera ante mi tome sus jeans y los quite, en su entrepierna comencé a jugar y a acariciar y sus senos volví a palpar. 


Ella solo se estremecía de placer solo se retorcía un poco más ante cada caricia, parecía que todo el tiempo que me había conocido me hubiera deseado y así era, desde el momento que la vi me impacto su belleza pero no era lo suficientemente abierta para decirlo, y ella parece que sintió lo mismo. Ya ambas en ropa interior, solo jugando con nuestros senos por miedo a que la otra acabara por asustarse ella que era más atrevida comenzó a jugar de nuevo y con sus labios comenzó a causar placer en mi entre pierna y en lo que dijera todo mi ser, ya no bastaba con que mordiera mis labios para evitar exclamar los gritos de placer ya era mucho lo que sentía, adentro y afuera, frio combinado con lo ardiente de mi entrepierna fue una combinación genial, sintiendo que ya me había hecho sentir más solo sonrío y me beso de nuevo. 


Dispuesta a hacerla pagar descendí por su cuerpo con un camino de besos desde su boca hasta su entrepierna, hice movimientos que nunca entendí con mi lengua y ayudada por mis manos solo la acariciaba y la palpaba, ella retorciéndose y mordiéndose los labios, moviendo las piernas, sudando ambas, solo llego un momento en el que grito ella deseaba ser seducida y deseaba seducirme para ella esa fue la noche. Termine por besarla después de tanto sudar. Nunca pensé ser seducida por una mujer, pero esta vez me encanto ese coctel de feromonas sexual y esas ganas de acabar en la boca y brazos de mi igual, fue una seducción letal, que me gustaría repetir sin duda, con alguien muy similar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario