martes, 19 de junio de 2012

HAPPY DAYS ARE GONE.


Rodeada de la noche y de la inseguridad que circundaba los miedos de las decisiones próximas que debía tomar, sus ojos ya secos, de tantas noches consecutivas de lamentos, de desilusiones, su cara bañada en un mar salado, sus ojos pequeños marrón brillante hinchados y su pequeña nariz roja, su ser destrozado, su persona tirada en el piso no encontraba más salidas que estar allí, con un bisturí a la mano, sus muñecas ya rajaba, desmembraba, veía como brotar la sangre, la probaba, pero esto la desconsolaba, se sentía acabada. Esa porcelana ya no lloraba sal, lloraba sangre, el líquido carmesí se escurría por todo su vestido rosa pálido y humectaba el suelo, donde ella se encontraba. 

Nadie se percataba que ella estaba allí, era el último rincón y la pequeña lo disfrutaba. Sentía que su dolor se liberaba, pero solo estaba cayendo donde ya se encontraba. Entre solución y solución solo encontraba más problemas para ahondar la herida en su corazón.
Sus pensamientos constantes eran muerte, suicidio y desilusión, y se encontraba muy perdida, aunque perfecta a los ojos de otros su tez lozano, su sonrisa morbidamente perfecta, unos ojos tan tiernos como dos Opalos, pero secos por tantas lágrimas, un vestido rosa palido, un cabello rojo que caía en rizos al rededor de una cintura delgada digna de aquella joven, que se sentía cada vez más vacía su nombre era Alicia Sandoval, la mejor de su clase, estudiante de economía, hija de una familia adinerada,  todos la veían tan normal, tan alegre;  pero su oscuridad solo la desataba la luz de la luna que la condenaba, ocultaba sus noches y los vestigios que estas dejaban, con accesorios hermosos, algo de base para el cuerpo y nisiquiera su mejor amiga sabia de la desdicha por la que pasaba. 
Para ella era todo monotonía y en su casa mientras todo estaba destruido, sus padres querian mostrar la mejor cara, pues tal familia no podía mostrar sus momentos de crisis y tal vez por cobardía criaron a Alicia, con ese aspecto oculta tus tristezas pues eso solo te traerá debilidad Y pobreza mental. 


Devastada por todo lo que sucedía e inconforme con su vida; una noche en uno de sus tantos viajes en familia en el  hotel predilecto de la familia y ya en la terraza otra vez viviendo su  melancolía decidió dar fin a tanto dolor, y decidió saltar no sin antes dejar un recuerdo a su familia de lo que eran una foto marcada en el reverso con el título HAPPY DAYS ARE GONE,   la fotografía describía una escena de la familia sonriente, Alicia de unos 10 años con sus rizos rojos abrazando a su hermanita Catalina, y sus padres en el sofá riendo como las dos chiquillas. Y en el reverso sus ultimas palabras permanecían:  "cuando eramos felices, yo también lo era ojalá solucionen todos sus problemas cuiden de mi hermana que no llegue a tomar esta decisión, lo hago porque ya nada tiene sentido, nisiquiera vivir por eso decidí morir los amo. Alicia".
 Al leerla salieron corriendo pero cuando la encontraron  era demasiado tarde el golpe de una caída bajo diez pisos la había acabado, de inmediato sin decir una palabra murió. 









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