Juegas
de nuevo con mis ganas de acabarte, juegas con mi perversa mente, que cada vez más busca una excusa para
apretar el gatillo colocado en tu sien, esperando el momento adecuado para
hacerte más que cien pedazos por doquier, con cada una de tus palabras
aburridoras que entran a mi como dardos, con tus ganas de destacar cual payaso,
con tus risas estúpidas cada vez que me hacen perder la cordura, y me hacen
incentivar mis sentimientos delictivos así tu profunda Locura.
Me
molesta en sobremanera la forma en que recitas una y otra vez tus palabras poco
llamativas, desearía clavar un dardo infectado con veneno, cada vez que las
mencionas, cada vez que las invocas. Te veo atado en una silla, suplicándome
piedad, pero solo tus gritos son ordenes en mi psiquis que te haga sufrir un
poco más, con cadenas oxidadas, con cuchillas afiladas, pero llenas de ácido
que he de hacer por las cuales camines descalzo, con fuego y quizás un poco de
tóxicos encerraré tu despreciable existir, y hasta que te calcines No te dejaré
salir.
Con
un cuchillo desprenderé tu sexo y con el asco que le tienes haré que lo
pruebes, cada una de tus manos cual ave desprenderé de su eje, tus ojos los
quemaré con ácido sulfúrico y tu chillona voz callaré quemando tu lengua con
ácido fluorhídrico y si así no mueres tal vez con un poco de veneno de cascabel
te podré por fin sacar de mi vida y que dejes de jugar con mi genio cada vez
que lo decidas. Las reglas de juego están puestas y si decides morir es por tu
insana condición de querer brillar aún más que el sol!
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